XVIII

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Jacaerys estaba regresando de ir a montar a caballo con su hermano, cuñado y Sara.

Observo que Ser Arryk estaba solo sin Aegon a la vista.

Confundido se acercó al hombre.

–Ser Arryk, ¿y el príncipe Aegon? –Cuestiono.

Si alguien quería saber dónde estaba Aegon, Arryk era la persona que lo sabría.

Notó al hombre tensarse, y dudar un momento antes de responder.

–Ha ido a volar con Sunfyre, junto a Lord Stark. –Respondió

Jacaerys permaneció estático ante Ser Arryk.

¿Dónde era que estaba Aegon? ¿Y con quien?

–Disculpa, Ser Arryk, ¿puedes repetir lo que dijiste? –Pidió, debería haber alucinado la primera respuesta.

Aegon mismo le había dicho a Sara hace días que no podía llevarla a volar en Vermax.

Ser Arryk lo miró con atención antes de responder.

–Mi señor, el príncipe Aegon fue a volar con Sunfyre, acompañado por Lord Stark –informó Ser Arryk, manteniendo su postura firme y respetuosa.

Jacaerys frunció el ceño ante la noticia, sintiendo una punzada de molestia al enterarse de que Aegon había salido a volar con Cregan Stark, sin siquiera consultarlo con él.

Incluso luego de haberle dicho a Sara el porqué no llevaban a extraños a lomos de sus dragones.

–Entiendo, gracias, Ser Arryk. ¿Alguna otra novedad que necesite saber? –preguntó Jacaerys.

Ser Arryk negó con la cabeza.

–Nada más que reportar, mi señor. Todo está en orden en la Fortaleza Roja –respondió el guardia.

Jacaerys camino hacia Ser Erryk que estaba ahí, su guardia jurado.

Al hombre que le ordenó vigilar a Ser Arryk y Aegon.

–¡¿Cómo osaste permitir que el principe Aegon se fuera a volar con Cregan, Ser Erryk?! –exclamó Jacaerys, su voz llena de ira reprimida mientras clavaba una mirada furiosa en el guardia.

Ser Erryk retrocedió ligeramente, sorprendido por el estallido de Jacaerys, pero mantuvo su compostura.

–Lo siento, mi señor. No tuve conocimiento de los detalles de la salida del príncipe Aegon hasta hace unos momentos. De haberlo sabido, habría informado inmediatamente –se disculpó.

Jacaerys apretó los puños, luchando por contener su furia.

–Asegúrate de que algo así no vuelva a suceder. Quiero que mantengas un ojo vigilante sobre las actividades del príncipe Aegon, y lo que haga con Ser Arryk, en el futuro, ¿entendido? –ordenó Jacaerys, su tono autoritario y severo.

Ser Erryk asintió con firmeza.

–Entendido, mi señor. No permitiré que se repita –aseguró el guardia.

–Cuando veas llegar al Príncipe Aegon, hazlo llegar a mi sala. –Fue todo lo que dijo antes de dar media vuelta, su mente bullendo de indignación y frustración mientras se dirigía hacia la sala que ocupaba para sus reuniones.

Mientras caminaba hacia su sala, Jacaerys no podía apartar de su mente la imagen de Aegon volando con Cregan Stark.

El recuerdo del coqueteo de Cregan hacia Aegon, el día que llegó, lo llenaba de una mezcla de molestia y preocupación.

No quería ni siquiera considerar la posibilidad de que Aegon y Cregan pudieran tener alguna clase de aventura.

Cregan es su amigo, seria incapaz de traicionarlo de tal manera.

"The dragon jewel"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora