El caso 666: El hogar del Diablo (Sherlock Holmes y Tú) [Demonlock]

Sentimientos

Nota de la autora:

Recomiendo leer este capítulo con la canción (Kiss the rain (instrumental)  - Yiruma) de fondo (Multimedia)

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Narras tú

Siendo sincera, la verdad no me agradaba tener a Sherlock en mi nuevo hogar.
Al volver a verle supe que no amaba a Rupert verdaderamente y aquello me mataba porque él no se lo merecía.

Las conversaciones durante la cena, trataron sobre el caso que Sherlock estaba investigando aquí.
Al terminar la cena salí a los jardines para pasear y poder tranquilizarme, ya que estaba muy tensa ante la presencia del detective de la gorrita.

De pronto alguien tomó mi mano con suavidad haciendo que me girase.
Al ver que era Sherlock solté un suspiro mirando al suelo.
-¿Por qué?- dijo él -¿Por qué te tienes que casar?-
-Porque le quiero Sherlock- dije mirándole.
-No- dijo negando -no es cierto. He visto como te comportabas en la cena, estabas nerviosa, tu pierna derecha temblaba porque estabas incómoda, tus ojos evitaban el contacto con los míos porque sabías perfectamente que te delataría... ¿Estás segura de que es a él a quien quieres de verdad? y se sincera-
-Si- dije conteniendo las lágrimas mirando al suelo.
-Mientes- dijo levantando mi mentón con suavidad tomando mi barbilla -si volvieses a Londres conmigo...-
-Sherlock- dije separándome -no puedo volver, no quiero que te vuelva a suceder aquello-
-No tiene que pasar de nuevo- dijo tomando mis manos pegándome a él -te quiero (T/N)_____-

Al escuchar aquella palabras me quedé de piedra, Sherlock me había dicho que me quería .
Antes hubiese saltado a sus brazos y le hubiese dado un apasionado beso al escucharlas, pero ahora estaba prometida con Rupert y aquello no podía pasar.
-¿Es enserio?- dije secándome las lágrimas -¿De verdad no me mientes?-
-No- dijo acariciando mi mejilla acercando su rostro al mío -desde el momento en el que pisaste Baker Street supe que eras diferente a las demás y me enamoré de ti antes de que todo aquello pasase-
-Entonces...- dije -todo lo que dijo aquel ser... ¿Era cierto?-
-Si- dijo con una sonrisa -utilizó mis sentimientos hacia tí para conquistarte-
-Sherlock...- dije suspirando -¿Por qué no me lo dijiste antes?-
-Porque tenía miedo- dijo -de que no me lo correspondieras-
-Por supuesto que te lo correspondía idiota- dije acariciando sus perfectas mejillas -si me lo hubieses dicho antes no me hubiese prometido con Rupert, pero ya es tarde-
-Lo sé- suspiró -pero nada va a hacerme cambiar mis sentimientos por ti-

Unas lágrimas cayeron por su perfecto rostro y no pude evitar depositar un suave beso en sus labios.
Sherlock rodeó mi cintura con sus brazos haciendo que el beso se intensificase un poco y mis mano se deslizaron a su cabello jugueteando con sus rizos.
No quería que aquel momento terminase pero pronto una voz nos interrumpió haciendo que nos separásemos.
-¡Sherlock!- dijo John a lo lejos -¡Tenemos que irnos!-
-¡Ya voy John!- dijo mirándole y luego volvió a mirarme -debo irme-
-Está bien- dije para luego abrazarle y quitarle el brillo de los labios -ten cuidado-
-Tú también- dijo suspirando besando mi mejilla con intensidad.

Vi como se alejaba de mí para ir con John a su hotel, sentía como si mi corazón quisiese explotar en aquel momento.
Las lágrimas comenzaron a invadir mis ojos al recordar lo que Sherlock me había dicho hace unos minutos, él me amaba al igual que yo se lo correspondía y era demasiado doloroso para mi saberlo.

Volví dentro secándome las lágrimas intentando parecer que no había estado llorando.
Grace supo que me pasaba algo y me arrastró a mi habitación para que pudiésemos hablar tranquilas mientras Mycroft y Rupert se quedaban jugando al billar.
-¿Qué ocurre?- dijo ella -¿A qué vienen esas lágrimas?-
-Grace- dije sollozando -Sherlock... me besó-
-¡¿Qué?!- dijo boquiabierta.
-No fue todo- dije quitándome lágrimas pero aún seguían saliendo -también me dijo que me amaba-
-¡¿QUÉ?!- dijo tapándose la boca -¿Estás segura?-
-Si- dije -pero yo no quiero que me ame Grace, ahora no-
-Lo sé- dijo ella -pero no puedes cambiar los sentimientos de una persona mi amor-
-¿Por qué tiene que ser tan complicado todo?- dije tumbando mi cabeza sobre sus rodillas para llorar como cuando era más pequeña.
-Porque el amor es así- dijo besando mi cabello mientras lo acariciaba -pero siempre tendrás a tu hermana mayor para escucharte-
-Grace- dije sollozando suavemente.
-¿Qué pasa?- dijo ella con una suave sonrisa.
-Te quiero- dije -sé que no te lo digo mucho pero es lo que siento. No quiero que me faltes nunca ni quiero que te vuelvas a alejar de mi vida porque si lo haces me muero-
-Yo también te quiero idiota- dijo abrazándome mientras las lágrimas caían por su rostro -no pienso separarme de ti nunca más ni dejaré que nadie te vuelva a hacer daño-

Las dos nos abrazamos como hacía años que no lo hacíamos.
Teníamos nuestros altibajos pero ella era mi hermana después de todo y la quería con todo mi corazón a pesar de nuestras riñas y peleas.
Mycroft vino a buscarla porque ya era algo tarde y debían volver a casa así que nos dimos un último abrazo antes de que se fuesen.

Después de un rato, Rupert subió con una sonrisa pero noté que no era a él a quién necesitaba en aquel momento.
-¿Qué pasa mi amor?- dijo acariciando mi mejilla -¿Te encuentras mal?-
-Rupert...- dije suspirando -¿Te importa si esta noche duermo en uno de los dormitorios de invitados? NEcesito estar sola esta noche-
-Está bien hermosa- dijo besando mi mejilla -¿Pero que ocurre?-
-No es nada- dije suspirando -tan solo quiero estar sola una noche-
-Vale cielo- dijo intentando besarme.

Besé su mejilla y me fui al cuarto que estaba más alejado del nuestro para poder llorar tranquilamente.
Volver a ver a Sherlock había hecho que todos los sentimientos que tenía hacia él resurgieran causándome mucho dolor, ya que sabía perfectamente que no podía estar con él en aquel momento.

ME tumbé sobre la cama y comencé a pensar en todos los momentos que había vivido con Sherlock y recordando porque no debía estar con él.
Aquellos momentos que antes parecían buenos, ahora solo me causaban dolor y tristeza pero por mucho que lo intentase jamás podría dejar de amar a Sherlock Holmes.