CAPÍTULO 51 Lección aprendida

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El sujeto tomó a sus sobrinos, no sabía que le pasó a Evie, Jason sacó a Charlie, dejándolo sentado en el pasto y luego a Evie, para revisarla de pies a cabeza, no se le veía nada excepto el rasguño que Meredith Gray le propinó, Charles miraba a su hermana con su típica cara de juzgador, ¿Qué le pasaba a su melliza?

—Evie, no te veo nada malo, calma ya— Jason la cargó tratando de calmarla.

Pero ella no iba a dejar de gritar, Meredith seguía sentada mirando hacia el jardín, ella no solía salir, no era algo que le agradara mucho, no comprendía porque hubo tantas visitas en el día, no le gustaba, Evie podía verla todavía, así que gritó aún más.

—Demonios, voy a tener que llevarte con tus padres, esto puede interrumpir un asunto muy penoso, ¿Qué tal si ahora mismo están en la importante misión de darles otro hermano?, que terrible interrumpirlos— rio, tomando a Charles en un brazo y a Evie en el otro.


La pareja se encontraba bastante subida de tono, en su habitación, Travis no podía despegar las manos de su esposa, ellos se estaban besando, Taylor ya se encontraba enredada en las piernas del enorme hombre, mientras que él con una mano dentro de la ropa en su espalda, estaba tratando de descifrar como desatar el sostén con una mano, una tarea que no quería dejar de lado, no se iban a quitar la ropa, no tenían tanto tiempo como querían para pasarlo a solas.

E interrumpiendo aquel momento, un llanto podía oírse acercar en el pasillo.

—¿Es Evie? — Swift se separó de su esposo.

—Inconfundible, maldición— tomó una almohada y se la colocó en la entrepierna.

—Travis, ¿De verdad? — rio.

—Tendrás que solucionar eso sola— se encogió de hombros riendo.

—Ok— se acomodó la ropa y abrió la puerta.

—Tenemos un problema Tay— Jason estaba asustado, Evie lloraba y no sabía por qué.

—¿Qué pasó? — cargó a Evie.

La niña estaba llorando sin parar, ella tenía la energía y la fuerza suficiente para poder seguir en llanto por un par de horas más.

—No lo sé, estaban en los columpios y de la nada se echó a llorar, la verdad que fue raro—

—Está bien— también cargó a Charles. —Gracias Jason, te vemos abajo en unos minutos—

—Claro, lo siento hermano— se fue.

Taylor cerró la puerta y llevó a los niños a la cama, puso a Charlie primero, pero Evie no quería soltar a su mamá.

—Evie, ¿Qué pasa? — trataba de soltársela, pero ella estaba bien sujeta, ¿De dónde sacaba tanta fuerza?

—Tal vez sigue un poco asustada por lo del rasguño, no encuentro otra razón—Kelce dijo.

—Sí... Podría ser, ¿Es eso Evie?, podríamos comprobarlo, vamos abajo—

—Dame un minuto— se quitó la almohada. —Bueno, dame cinco minutos mejor— dijo riendo.


Minutos después, bajaron a la primera planta, buscando a Meredith, necesitaban sacarse esa duda, si a Evie le daba miedo ahora la gatita, Travis encontró a la felina, tomándola para llevarla a la sala principal, donde Taylor estaba con los niños, se acercó despacio con ella y de inmediato Evie relacionó las cosas, ella le lastimó, abrazó a su mamá asustada y se puso a llorar.

—Oh Dios...— abrazó a su hija, Taylor no tenía palabras para lo que estaba viendo, su bebé era la primera vez que mostraba miedo a algo, y se lamentaba que fuese así, miedo a los gatos, teniendo tres mininos en casa eso podría ser una tortura para su hija, se sintió mal al respecto. —Evie, calma, lamento que Meredith te haya herido, pero no te hará nada más si no vuelves a molestarla, a ella no le gusta que le agarren o toquen mucho—

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora