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—Bagi ¿No puedes hacerlo tú? —Se quejó el ojiazul con la persona que tenía al otro lado de la línea

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—Bagi ¿No puedes hacerlo tú? —Se quejó el ojiazul con la persona que tenía al otro lado de la línea.

Vamos Cellbit, solo te estoy pidiendo un pequeño favor; no te cuesta nada hacerlo.

Cellbit suspiró, cuestionando si tendría el tiempo suficiente para ir a aquella florería en nombre de su hermana.

—Bagi, no lo sé, hoy iba a salir con mis compañeros de trabajo, llegaré tarde si hago eso por ti.

¿Prefieres quedar bien con tus compañeros de trabajo que hacerle un pequeño favor a tu hermanita? —dijo, ofendida.

—No Bagi, no es eso.

No, no, está bien Cellbit; ya me las arreglaré yo.

Cellbit se rascó la nuca, sabía lo que su hermana estaba haciendo; lo estaba chantajeando, haciéndose la víctima solo para que él se sintiera culpable eh hiciera lo que ella decía, al final solo suspiró con pesadez y dijo:

—Tranquila Bagi, yo me encargo de ir por tus flores, avisaré que llegaré un poco tarde a la reunión.

Por eso eres mi hermano favorito.

—Soy tu único hermano genio.

Exacto, nos vemos luego.

—Adiós.

Colgó la llamada, guardando su celular en el bolsillo de su pantalón, no iba a negar que estaba curioso por saber para quién serían esas flores, aunque ya se daba una idea de la persona.

Estaba feliz por su hermana, había conocido a una linda omega con la que había estado saliendo por un largo tiempo hasta que tomó la decisión de pedirle matrimonio, adoraba verla tan emocionada preparando lo de la boda, pidiéndole su opinión para algunas cosas; lo hacía realmente feliz verla así.

Cellbit se levantó de su sofá para buscar las llaves de su auto y salir de su casa, no sabía a que hora cerraba aquella florería así que se apresuró en ir en cuanto terminó la llamada con su hermana; le tomó alrededor de unos veinticinco minutos llegar al pequeño y colorido local, tenía unos enormes ventanales que lo dejaban ver un poco el interior del establecimiento, sin embargo, no logro ver el mostrador hasta que abrió la puerta.

Frunció el ceño al no encontrar a ninguna persona en el local, vio una pequeña campanita sobre el mostrador, así que la tocó un par de veces.

—¡Espere un momento, ya lo atiendo!

La voz de un chico se escuchó a una ligera distancia de él, para matar un poco el tiempo, Cellbit se entretuvo viendo las flores que había, admirando los colores brillantes que tenían; se veían muy frescas y bien cuidadas.

Su atención cayó en una flor que le pareció muy bonita, tenía un aspecto como el trigo, pero su color era de un rosa fiusha, pasó sus manos levemente sobre esta, apenas y dando una suave caricia, la textura que tenían le hizo cosquillear las yemas de sus dedos, acercó un poco más su rostro a la flor, oliéndola un poco y estremeciéndose cuando aquella fragancia le resultó familiar.

El Aroma A Amaranto || "GuapoDúo" [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora