Dhalia:
La lluvia caía con furia sobre el terreno, creando charcos que reflejaban la oscuridad de la noche. La luz de los relámpagos iluminaba intermitentemente la escena, revelando destellos de objetos oxidados y escombros dispersos por doquier. A medida que avanzaba con paso firme, mis botas chapoteaban en el agua acumulada, sumando el sonido rítmico de la tormenta a la atmósfera tensa que envolvía el lugar.
Al llegar al centro del terreno, me detuve abruptamente al divisar el cuerpo de una joven entre los escombros. Su figura estaba inerte, yacía en un charco de agua mezclada con barro, su cabello oscuro empapado y pegado a su rostro pálido. Mi corazón latía con fuerza mientras me acercaba con cautela, mi mente analizando cada detalle de la escena del crimen.
La lluvia arreciaba con más intensidad, dificultando la visión y empapando cada fibra de mi ropa. A pesar de ello, me arrodillé junto al cuerpo de la chica, tratando de ignorar el frío que se filtraba bajo mi piel. Mis guantes de látex crujieron levemente al tocar su piel fría, mientras comenzaba a examinarla en busca de pistas que pudieran revelar la verdad detrás de su muerte.
—¿Y bien?—cuestionó.
—Las marcas en su cuello indican que había sido estrangulada, pero como observa entre los escombros que la rodean se encuentran pétalos blancos empañados por sangre seca, probablemente de una rosa. No encuentro síntomas de alguna lesión provocada por algún objeto punzante, está seguro de que el causante de esto salió herido e intentó escapar.
—Revisa las prendas, algo deve a ver.
Con cuidado, examiné sus ropas en busca de cualquier indicio, y mis manos tropezaron con un objeto metálico oculto en su bolsillo. Al extraerlo, descubrí una llave oxidada, cuya importancia aún estaba por determinar.
—Esto—visualicé la pequeña llave entre mis dedos.
—¿Nada más?
—Si señor, no hay rastro de identificación o pertenencias de la víctima, aparentemente luce de unos 17-18 años.
—Solicita una autopsia, deposita todo en su lugar, cierra la zona y al terminar dirígete al departamento.
—Como ordene.
—Teniente Corner—me paré en seco al escuchar mi apellido—Ni una palabra sobre esto a los medios, de acuerdo?
Dudé de mis palabras pero respondí.
—Si señor.
Después de recolectar cuidadosamente los pétalos blancos y asegurar cualquier otra evidencia relevante en bolsas selladas, procedí a cerrar la escena del crimen. Mis colegas forenses y agentes de la ley trabajaban incansablemente bajo la lluvia para preservar cada detalle y recolectar cualquier posible pista que pudiera ayudar en la investigación.
Una vez completadas las tareas necesarias en el lugar del crimen, me dirigí hacia el patrullero que estaba estacionado cerca. Abrí la puerta con un chirrido y me senté en el asiento del conductor, sintiendo el frío calar en mis huesos mientras me quitaba los guantes empapados.
El interior del vehículo estaba iluminado por la tenue luz del tablero. Encendí el motor y ajusté el espejo retrovisor, observando mi reflejo cansado y sombrío mientras la lluvia golpeaba el parabrisas con furia.
Puse el vehículo en marcha y me adentré en la noche lluviosa, rumbo a la comisaría. El trayecto se sintió eterno, cada segundo marcado por el sonido monótono de la lluvia y el parpadeo intermitente de las luces de la ciudad. Finalmente, llegué al edificio imponente que se alzaba contra el cielo nocturno.
Aparqué el patrullero y salí del vehículo, enfrentándome al viento y la lluvia mientras me dirigía hacia la entrada principal.
Me encontré con el bullicio habitual de un viernes por la noche. Agentes de guardia revisaban informes, se escuchaban llamadas de radio por los altavoces y se percibía la tensión latente en el ambiente. Sin embargo, entre la multitud, vislumbré el rostro angustiado de mi hermano menor entre un grupo de oficiales.
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[+18] Trilogía Sanguinarios #1:Kiernan Entre El Amor Y La Seguridad ©
عشوائيACTUALIZACIÓN: Jueves y Domingos En la vibrante metrópolis de Isanll, una serie de asesinatos envuelve a la ciudad en un manto de miedo y paranoia. A pesar de los esfuerzos de la policía, las pistas son escasas y el asesino parece moverse con habili...