Capítulo 1

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En las calles de Konoha se desataba el caos por todas partes mientras que los civiles evacuaban y cierta pequeña de ojos plateados corría con los ojos llenos de lágrimas y su ropa llena de sangre

No lo podía creer sus padres y todo su clan habían sido aniquilados por unos hombres encapuchados justo en el momento que Konoha estaba siendo invadida por el zorro de nueve colas

La niña siguió corriendo desesperada mientras las lágrimas nublaban su visión hasta que fue empujada por la multitud rodando por el suelo mientras era pisoteada por la multitud hasta que alguien la agarro del brazo y la jaló para apartarla de ahí

La niña sollozó en silencio para  luego levantar la mirada y ver a su salvador

Era un niño como dos años mayor que ella y con el hacía un bebé en sus brazos

- ¿Estás bien? ¿Por qué estás llena de sangre? ¿Estás herida?- pregunto preocupado el mini pelinegro

- N-no n-no es m-mía- respondió ella llorando más

- T-tranquila no llores por favor- le pidió gentilmente mientras tomaba su mano- tenemos que ponerte a salvó vamos, yo te protegeré lo prometo

- S-si- murmuró ella tomando la mano del pequeño Uchiha

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La azabache abrió sus ojos agitada para después controlar su respiración y voltear a ver al hombre de unos 45 o más años que dormía a su lado desnudo

luego activo su biakugan rápidamente y buscar el pergamino por el que estaba ahí y al verlo en una bóveda secreta en esa habitación se apresuro a ponerse la ropa y abrir la bóveda secreta con el mayor Cuidado y silencio posible y después de sacar el pergamino que necesitaba lo selló en uno mucho más pequeño para después meterlo en su boca y salir de la habitación

Después de pasar por la seguridad donde la revisaron se fue lo más rápido posible hacia su aldea lo cual fue un viaje de al menos dos horas

A penas llegó a su casa se metió inmediatamente al baño y después de sacar el pergamino de su boca se quitó los lentes  de contacto negros dejando ver sus ojos aperlados los cuáles no expresaban ninguna emoción

La ojiperla procedió a meter dos de sus dedos en su boca para empezar a vomitar

Al terminar, se dió un largo baño tratando de quitar todo rastro de aquel hombre y usando ninjutsu médico para eliminar los moretones y mordiscos que le había hecho

Para ser sincera no le importaba el hecho de estar cubierta de moretones, pero a Danzó no le gustaba para nada y la primera vez que le tocó hacer una misión en la que tenía que usar su cuerpo y había llegado con marcas Danzó la había castigado

- "Es algo raro que el no esté aquí, ya debió irse a la oficina"- pensó para después salir de ahí en dirección al cuartel ambu, dónde efectivamente se encontraba Danzo

- Hinata-chan, bienvenida Supongo que ya has cumplido tu misión perfectamente como siempre- preguntó mirándola fijamente

- Si, Danzó-sama- asintió entregándole el pergamino

Hinata senseiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora