Parte I

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I feel like Im Drowning

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Jake se encontraba en una situación desesperada, con el dolor punzante de la bala en su muslo izquierdo martillando en cada paso que daba. Su misión era escapar con un pendrive cargado de información altamente confidencial, mientras los implacables guardias de seguridad lo perseguían con ferocidad.

Dentro de la antigua fábrica abandonada, Jake conocía cada sombra y cada escondite. En el sótano, un túnel de acero oculto ofrecía una salida secreta, una ruta conocida solo por unos pocos. Cada movimiento era una tortura, pero Jake se adentraba en el túnel, sintiendo el frío metal bajo sus manos temblorosas mientras luchaba por contener los gemidos de dolor.

A medida que avanzaba por el oscuro pasaje, los pasos rápidos y decididos de los guardias resonaban detrás de él. Su corazón latía con fuerza, no solo por la carrera contra el tiempo, sino por el miedo palpable de ser atrapado otra vez. Sabía que la información que llevaba podía desencadenar consecuencias catastróficas si caía en las manos equivocadas.

Entre respiraciones agitadas, Jake intentaba alejar los recuerdos dolorosos que amenazaban con distraerlo. Sus músculos tensos protestaban cada vez que apoyaba el pie en el suelo, y el dolor en su muslo herido se intensificaba con cada segundo que pasaba. A pesar de todo, seguía avanzando, impulsado por la determinación de cumplir con su misión y proteger lo que tanto había arriesgado por conseguir.

Los guardias se acercaban cada vez más, sus voces llenas de frustración resonaban en el estrecho túnel. Jake sabía que su tiempo se agotaba rápidamente; tenía que encontrar la salida antes de que lo alcanzaran.

En medio de la oscuridad claustrofóbica del túnel, Jake encontró una bifurcación. Su instinto le gritaba que tomara el camino de la derecha. Sin detenerse, siguió avanzando, confiando en su intuición mientras los guardias seguían pisándole los talones, incansables en su persecución.

Finalmente, después de lo que le pareció una eternidad, vio un resquicio de luz al final del túnel. Era su salvación. Con un último esfuerzo, se arrastró hacia la salida y emergió en un callejón oscuro y silencioso.

Un automóvil se acercaba rápidamente. Pol y Arm, esperando atentos desde que escucharon los disparos, lo vieron llegar. Sin palabras, actuaron con rapidez para protegerlo y asegurarse de que la valiosa información llegara a su destino seguro.

Su misión no había terminado, pero había superado su primer gran obstáculo. Ahora, con la protección de ellos tenía la esperanza de que la información del pendrive pudiera cambiar el destino de muchas vidas.

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Estaba consciente de que había cumplido su misión al infiltrarse en la Casa.

A pesar de tener el rostro hinchado, adolorido y sucio, la satisfacción en sus ojos era innegable. Sabía que el Doctor contaba con guardias de seguridad bien entrenados.

La reunión continuó y Pete entregó el Pendrive con toda la información recopilada. El Teniente Coronel Cha, conocido como el Jefe, lo miró fijamente y le preguntó si alguien había visto su rostro durante la operación.

Pete respondió con seguridad. -No, señor Cha. Me aseguré de mantener mi identidad oculta en todo momento.

El Jefe asintió y prosiguió con la reunión, consciente de que Pete había cumplido con éxito su misión. Aunque se sentía aliviado y satisfecho, sabía que aún quedaba mucho trabajo por hacer.

-Ve a la enfermería y al médico para que revisen esa herida -ordenó, señalando el notorio vendaje improvisado en su muslo izquierdo, fruto de un disparo.

A pesar del agotamiento y la euforia, Pete apenas sentía el dolor. Su mente ya estaba enfocada en los próximos pasos y en la necesidad de mantener la seguridad y el secreto de la operación, sin saber que pronto lo darían de baja.

Mientras tanto, sus compañeros Arm y Pol lo observaban con admiración y alivio. Habían formado un gran equipo y sabían que Pete era un agente excepcional, capaz de completar cualquier tarea asignada.

Aunque preocupados por su seguridad durante la operación, ahora estaban aliviados de tenerlo de vuelta a salvo.

La misión aún no había terminado. En la oficina central, todos se preparaban para los siguientes pasos.

La satisfacción de cumplir con su deber y proteger a su país era lo que lo impulsaba a seguir adelante, sin importar los obstáculos que encontrara en su camino.

Pero en el fondo, más allá de la operación, guardaba un secreto profundo.

-Te ves muy cansado, Pete. Mereces un buen descanso -dijo Arm con voz preocupada al verlo salir de la reunión.

-¡Te ves pálido, amigo!

-¿Por qué no pides unos días? Si quieres, puedo ocupar tu lugar -propuso Pol.

Después de entregar el pendrive y escuchar las sugerencias de sus compañeros, se alejó.

Estaba agotado y necesitaba descansar. Pero en su mente no solo resonaba la preocupación por su estado físico. Había algo más profundo y doloroso que una simple herida de bala. Pete se sentía atrapado en un mar de contradicciones.

Sabía que alejarse del hombre que lo había herido sería lo mejor para él, pero se engañaba al pensar que podría resistirse a sus encantos y negar sus verdaderas intenciones.

Conocía el poder traicionero y destructivo del amor, y trataba de huir de él para no ser consumido por completo.

Aun así, Pete sabía que sus amigos tenían razón al llamarlo "tonto". A pesar del daño causado, no sentía repulsión hacia aquel hombre.

El amor era complicado y lo tenía atrapado en pensamientos contradictorios. A pesar de sus esfuerzos por recordar su propósito y mantenerse firme, cuando estaba cerca de él, caía en viejos hábitos y cambiaba de opinión.

El amor era una perra que encendía todo su ser y llenaba su mente de confusiones. Aunque sabía que un corazón roto era sabio, a veces olvidaba sus propias palabras y terminaba atrapado en sus garras una vez más.

Mientras deambulaba por el complejo militar en busca del médico, Pete, lo que realmente necesitaba eran unos buenos puntos de sutura para esa horrible herida, algunos analgésicos y una buena cama donde descansar.

Era importante cuidar de su salud física, pero también sabía que debía enfrentar los desafíos emocionales que lo acechaban.

Continuará

Nota de autor:

Hola querid@s lectores, me da gusto que llegaras hasta aquí y le des una oportunidad a esta historia. Si os gusto, deja una señal o un comentario. La verdad me ayudarías mucho.

Can you Love me ?  VegasPeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora