Lee Felix fue un niño adorable desde que nació.
Su memoria está llena de gente diciendo "qué lindo", "es muy bonito", "es muy buen niño", y muchos otros halagos parecidos.
Ser lindo y amable lo hizo popular durante los años de su infancia, todos querían ser sus amigos, siempre tenía invitaciones a fiestas, le regalaban cosas, si pedía algo, lo recibía. Ser lindo era genial.
Pero fue consciente de ello hasta el segundo año de secundaria, muchos de sus compañeros solían pagar su almuerzo, siempre había gente a su alrededor y eso lo hacía sentir bien. Un día, después de las vacaciones de invierno, recibió su primera confesión romántica... De un chico.
Al principio fue sorpresivo, ¿había chicos que lo consideraban tan lindo cómo para invitarlo a salir? Pronto se esparció el rumor, aunque él no dijo nada, de que había chicos que gustaban de él. Para tercer año, tuvo su primer novio.
Y, realmente, se arrepentía con el alma.
Tenían unos meses de relación cuando el chico le pidió escalar más allá de los besos y abrazos, se convenció a sí mismo de que era algo muy común entre las parejas de su edad, así que no debería haber problema. Pero lo hubo. Después de tener su tan preciada primera vez con quien consideró "el indicado", no supo nada más de él.
Bueno, eso es una exageración, lo veía a diario en la escuela, pero el chico se negaba aún a hacer contacto visual con él, no había mensajes, no había visitas, ni siquiera señales de humo o códigos secretos, nada.
Un par de semanas y asumió terminada la relación.
Su segundo novio fue unos tres meses después, habían ya pasado la vacaciones de invierno, era la segunda mitad del tercer año; el chico era un amor de persona, lo hacía sentir culpable por haber dicho que sí aunque no lo conocía de nada, no le gustaba. Los primeros tres meses fueron geniales, hasta que la relación empezó a escalar al punto de las caricias, semanas después sucedió lo inevitable y la primer historia se repitió.
Se dijo a sí mismo que solo lo intentaría una vez más, una relación con un chico, y si no funcionaba, se daría por vencido en la creencia de ser bisexual o gay, se enfocaría en las mujeres y no más.
Unos meses después, luego de entrar a la preparatoria, en algún momento de los primeros tres meses, se volvió cercano con un chico de segundo año, quien le ayudaba en las tareas y proyectos de ciencias. El amor surgió entre tutorías. Empezaron a salir.
Pero la triste primer historia se repitió, incluso en un tiempo récord de dos meses.
Se rindió, no volvería a intentar las relaciones románticas nuevamente, ¿lo veían solamente por su cara bonita y personalidad amable? No es que fuera presumido, pero era realmente una injusticia, ¿ser atractivo le quitaba valor como persona? Lo odiaba.
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Gym en casa
Fanfiction𝐅𝐞𝐥𝐢𝐱 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐭𝐚 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐢𝐫 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐢𝐫 𝐚𝐥 𝐠𝐢𝐦𝐧𝐚𝐬𝐢𝐨 𝐧𝐨 𝐞𝐬 𝐮𝐧𝐚 𝐩𝐨𝐬𝐢𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝. 𝐒𝐮 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫 𝐚𝐦𝐢𝐠𝐨, 𝐉𝐢𝐒𝐮𝐧𝐠, 𝐥𝐞 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐦𝐢𝐞𝐧𝐝𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐞𝐠𝐮𝐢𝐫 𝐮𝐧 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞𝐧𝐚𝐝�...