Capitulo 4

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— Gracias por llamarme, si no lo hubieras echo seguramente estaría haciendo nada en mi apartamento.— Dijo Nicol, con un puchero en sus labios y una mirada picarona.

— Está bien, hora de presentarlos...

Nicol, este es mi amigo y colega de trabajo, Eliot Kim; Eliot, está es Nicol, mi mejor amiga.— Los presenté.

Todo parecía ir bien, Eliot se veía un poco nervioso pero a la vez un tanto despreocupado y mientras que Nicol trataba de mantenerse siempre cerca de mi.

A pesar de estar establecida, y que ya habían pasado los primeros meses desde que me había mudado, seguía dejando en manos de Eliot cuando todo se tratara de ir a algún lugar que no sea mi apartamento o el trabajo; aquel peligris conocía mejor que yo la ciudad, desde luego.

— Bueno... creo que dejaré que tú nos lleves a un buen lugar, a uno de los mejores está noche Eliot.— Solté un suspiro alargado dejando saber a mi compañero de asiento, que no solo debía ocuparse de mantenerse frente al volante, sino también se ocuparía que elegir el mejor lugar para relajarnos.

                                     •••

Después de un rato de tránsito, llegamos a un lugar muy llamativo por fuera por sus luces neón, y la música que se oía hasta afuera.

— Bueno, llegamos, [Moon] un bar nocturno junto a su discoteca, no sé si sea el mejor, pero en lo personal, para mí, es el mejor de todos lo que he visitado. — Dijo el peligris mientras se bajaba del auto, manteniendo sus ojos en aquel lugar. — Bueno... ¡A disfrutar! Entremos de una vez. — Agregó.

Una vez todos adentro, pudimos observar como una banda de jóvenes destacaban su pasión por la música, y su talento, encima de un pequeño escenario al fondo de la sala.

Una barra que estaba un poco vacía, y una que otra persona en la pista de baile, no eran tantas personas; o al menos así era como me engañaba al principio, para controlar un poco mi ansiedad social.

— Quedemonos en la barra, aquí hay buenas bebidas. Sin embargo, aquí siempre se forman peleas de la nada, el único enorme defecto que tiene este lugar.— Dijo Eliot, balboseando las últimas palabras, buscando con la mirada... supongo que a personas que tuvieran mala pinta, su lenguaje corporal demostraba lo inquieto que estaba, soltaba cada palabra, protegiendo mi espalda y la de Nicol.

Pronto como nos sentamos en la barra, mi mejor amiga me arrastró al baño con ella.

— ¿Qué pasa Nicol? ¿Hay alguien en el bar que te atrajo demasiado por eso la velocidad para retocar tu maquillaje? — Sacarroneé.

— Yo no necesito retocar mi maquillaje.— Respondió ella en tono burlón y prepotente. —Tu eres la que necesita retocar o quizá cambiar tu maquillaje, el color que tienes en los labios te quedan bien pero ese no es tu color.— Decía mientras revolvía su bolso buscando aquel labial adecuado para mis labios; según ella.

— Nicol, este es mi color natural, sabes que no me maquillo.— Contraataqué algo irritada.— Estás rara, nunca antes me habías tratado de esta forma... Mejor salgamos de aquí, los chicos se preguntarán donde estamos.— Hablé con aburrimiento, moviendome hacia la salida, la castaña solo me siguió.

Tomaba tragos un poco grandes, preocupándome a penas por el sabor fuerte que dejaba la bebida en mi paladar, últimamente estaba más sensible, lo que había pasado hace un rato en el tocador con mi amiga de la adolescencia me había dejado algo irritada; aunque... no estaba tan segura si esa era la forma correcta de expresar lo que me pasaba.

Pronto, entre todas las personas, pude hacer un enfoque mayor y reconocer aquellos ojos oscuros que me hacían sentir como si hubiera encontrado al fin mi lugar en el mundo.

❝ Paraguas de amor ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora