患者0 ~Paciente Cero~.[Todobaku]. {En Curso Nuevamente}

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★Parte 1/2★

-Narrador omnisciente:

Con Todoroki, Midoriya y Toru

- Corrían por las calles de Tokio sin rumbo fijo exactamente, esquivando a esas bestias que alguna vez fueron seres humanos, y si era sumamente necesario los mataban con lo primero que encontrarán y estuviera a su alcancé, de todos modos había muchos objetos rotos, escombros, barrotes de hierro, botellas de vidrio, entre otras cosas tan simples a primera vista pero podrían llegar a ser armas mortales con el debido uso; llegaron a lo que sería un gran parque situado no muy lejos de la ciudad, adentrándose los tres sin mirar atrás, sin saber exactamente lo que los esperaba...

-¿Sera buena idea entrar a un parque?, siempre en las películas de zombies suelen haber más de esos monstruos en estos lugares, ¿¡Y si nos atrapan más rápido!?.- empezaba a sentirse nerviosa la beta con todas las posibles ideas en la cabeza de una futura muerte.

-¡No te preocupes Toru-chan!, son solo películas, no son reales, además no creó que sea éste el caso...- respondió con una pequeña sonrisa el alfa peliverde, tratando de calmar los nervios de su amiga, siendo vigilados por el bicolor, que estaba alerta a cada mínimo movimiento y sonido de los alrededores, pensar en la sola idea de que un zombie saltará de pronto hacía ellos desde los arbustos para comérselos vivos no era un pensamiento agradable para el bicolor, haciendo que el alfa sintiera un escalofrío recorrerle el cuerpo con la mísera idea de ser comida para lo que alguna vez fue un ser humano; se estaba perdiendo tanto entre sus pensamientos que cuando sintió el tacto firme de una mano en su hombro reaccionó rápidamente saltando hacía atrás, desenvainado de su bolsillo un pequeño corta plumas que se dirigía con cierta velocidad al cuello de su oponente, pero al reconocer al sujeto que lo había tocado, paró en seco su ataque, quedando el filo del corta plumas a solo milímetros de la garganta de Midoriya, el cual había palidecido por la sorpresa y por instinto soltó sus feromonas alfa, denotando el olor a menta y te verde pero siendo estas más amargas por la sorpresa y los nervios.

-T-Tranquilo, no quise asustarte...- susurró suavemente el pecoso al de ojos heterocromaticos, levantando las manos en alto mientras retrocedía dos pasos hacía atrás, tratando de alejar el arma blanca de su cuello, suspirando de alivió al notar como el otro alfa bajaba el corta plumas y lo guardaba nuevamente en el bolsillo.
-Solo te estábamos hablando para saber tú nombre, pero parecías muy perdido y tus feromonas son algo amargas..., ¿Estás bien...?- explicó seriamente el de ojos esmeraldas, para luego suavizar levemente su expresión al notar la mirada de arrepentimiento por parte del bicolor, el cual se había enderezado, carraspeando suaves para poder hablar.

-Lo siento, estaba... Pensando...- susurró lo último el alfa con heterocromia, para luego suspirar pesadamente para dar una breve presentación.
-Mi nombre es Shoto...- respondió con simpleza, para luego empezar a caminar nuevamente, adentrándose más al gran parque, con la mirada de sorpresa por parte de la beta, mientras que el peliverde divagaba por sus pensamientos al escuchar ese singular nombre, para luego empezar a seguir rápidamente ambos al bicolor.

-Shoto..., me suena ese nombre...- susurró para si mismo el pecoso, empezando a rebuscar entre sus recuerdos de donde había escuchado ese nombre tan extrañamente familiar, siendo interrumpido abruptamente de sus pensamientos el jadeo de sorpresa por parte de su amiga. -¿Qué pasa Toru-chan...- fue callado repentinamente de golpe por las preguntas llenas de emoción por la mencionada.

-¡Espera un segundo!, ¿¡tú eres Shoto Todoroki!?, ¿¡Hijo de uno de los ejecutivos más reconocidos y adinerados de todo Japón...!?- preguntó con sorpresa la pelilima con un dejé de emoción en sus palabras, siguiendo de cerca al recientemente mencionado, esperando una respuesta a sus preguntas, que para simple vista ya se respondían solas, ya que al ser el hijo menor de los Todoroki's, una de las familias más destacadas de Japón por su fortuna, linaje de sangre puro entre los integrantes de la familia, y por las campañas de caridad, colaboraciones en efectivo con los suministros en medicamentos, aparatos y demás cosas para los hospitales, financiando por decir poco investigaciones científicas ante enfermedades para hallar las posibles curas o aunque sea fármacos para sobrellevar tales enfermedades, que hacía relucir el nombre de Enji Todoroki y su familia en si, incluyendolo en el circulo seria prácticamente famosos y muy reconocido en todos lados. Y por otro lado; el señor Todoroki era alabado por la mayoria de la población de Japón, aunque tuviera una cara de pocos amigos y un carácter frío, eso no les importaba a muchos, pero cuando las camaras se apagan, las puertas se cierran y el telón cae era un hombre sumamente violento y obsesivo, llevando al punto de quiebre a su familia, enloqueciendo a su propia esposa por no aguantar los golpes e humillaciones de su parte, dañando accidentalmente al menor de la familia en medio de su crisis de locura, para luego ser despojada a la fuerza de sus cachorros y ser internada en quien sabe que manicomio de mala muerte del país, que ni el propio Shoto sabía donde quedaba, añorando en silencio los dulces y ya borrosos recuerdos de su madre amorosa, con ese aroma tan caracteristico a lirios y galletas recién horneadas, junto a su dulce y delicada voz, sus brazos suaves y protectores, que cada que se sentía mal o su padre lo regañaba o lo golpeaba por no hacer bien los entrenamientos lo acunaban protectoramente con una calidez y suavidad única que solo su madre tenía. Pero dejando de lado todo eso Shoto simplemente giró su cabeza sobré su hombro para mirarlos a ambos y contestó con frialdad.