Jueves:
- Estoy acojonada. Le digo a Daniela.
- ¿Rambo tiene miedo? eso es imposible. Me responde Daniela, con ese tono sarcástico que solo tiene ella.
- Otra con el puto ostias mote. Le respondo molesta.
- ¿Quién más te lo dice? Me pregunta.
- Mi madre. Le contesto avergonzada.
Ella se empieza a reír.
- No tiene gracia.
- Vale, perdón.
La miro con mala leche, y se ríe más.
- Estoy en uno de los momentos más importantes de mi vida y tú te ríes de mí. Le digo.
- Camelia, por favor, si todo va a salir bien. Me dice, apretándome el hombro, para tranquilizarme.
- Repásame el plan otra vez, por favor.
- Acabas de decir, ¿por favor?
- Creo que todavía no te he pegado una paliza porque tus padres son abogados y me meten en la cárcel. Le contesto. Ella se ríe. Pero creo que me he pasado porque el tema de sus padres, le afecta un poco. Esta acostumbrada a hablarlo conmigo, (ya que está casi todo el día en mi casa, porque sus padres siempre están fuera)
La miro arrepentida.
- Eso es lo más bonito que me has dicho en tu vida. Me dice sonriendo.
Ya parece que lo lleva mejor, al fin y al cabo se va acostumbrando.
- Daniela. Le digo con tono autoritario.
- Vale. Me dice ella vacilando.
- Venga. Le respondo. Estoy super nerviosa.
- Primero buscamos el puente romántico del río, que ya tenemos la ubicación de Google. Luego te ponemos guapa, y yo voy a por tu príncipe azul, después él viene ( ya sabemos que te va a decir que sí porque, 1. Le dice que sí a todas y 2. No para de mirarte) Os liais. Y luego en el instituto tú vas a empezar a hablar con él, (aunque te tenga que obligar), él se enamora de ti, os hacéis novios, a los 18 os casáis y a los 20 dos niños. Me explica.
Le pedí que ella hiciera el plan, (aunque no se lo fuera pedido lo hubiera hecho igualmente) porque es una obsesa de la perfección y es super organizada.
- Lo final sobraba. Le digo.
Me abraza.
- Todo va a salir bien, ya lo verás. Me dice sonriéndome, para tranquilizarme.
- Eso espero. Le respondo nerviosa.
- Chicos ya hemos llegado. Dice el profesor a toda la clase.
Nos bajamos del autobús, el profesor nos dice que nos va a dejar libre una hora para desayunar y luego haremos la ruta.
Daniela, me coge de la mano y va mirando su móvil para encontrar la ubicación del puente.
- Estoy cagada.
- Ya estamos. Me dice ella.
Enfrente de nosotras había un puente, que para nada era el de la foto.
- ¿Seguro que es ese?
- Otro no hay. Me responde mientras lo mira asombrada.
- Pues vaya si es feo. Digo yo.
- Camelia, hay que ser positivas. Me responde.
- Que ostias dices.
- Con el musgo, y la madera podrida es más vintage.
- Pero si es una mierda puente, solo con estar cerca de él pillas el tétanos. Le digo mirando el puente.
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Cuentos rebeldes
RandomSe trata de cuentos, que debes leer con atención ya que pueden ir dando pistas para descubrir el final.