Los mejores amigos deben estar en las buenas y en las malas, eso pensó JungKook cuando TaeHyung se casó con el "hombre perfecto" para él.
¿Qué sucede cuando no lo es?
¿Qué pasa cuando HaJoon ya no es el hombre perfecto que conoció?
JungKook tendrá...
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Debajo del agua el frío es soportable, si nos ahogamos entre los lamentos, el aire se acaba más rápido.
Si disfrazamos el dolor con felicidad, todo es más fácil.
Jeon JungKook había aprendió a nadar en un profundo mar de sentimientos desde muy pequeño. Su única embarcación había zarpado hace mucho.
Seis años para ser exacto.
Cuando Park HaJoon apareció en sus vidas, todo se fue convirtiendo en un infierno lento y doloroso. Porque mientras HaJoon era verano y sol, él era una escurridiza llovizna. El hombre lo tenía todo, eran completamente diferentes en todos los aspectos.
JungKook era delgado, débil, y con tan poco carácter para luchar por lo que quería. Tal vez era bueno con las matemáticas, los códigos y las ecuaciones químicas, pero para ir detrás de quien tenía loco a su corazón era un cobarde.
Había estado enamorado de Kim TaeHyung desde que era un niño que aprendió el dígito pi. Muy pequeño para entender lo que de verdad era el amor.
Y muy tarde cuando se dio cuenta de que lo había perdido para siempre.
Aún recuerda ese día, era la cena de Navidad en la casa de los Kim. Sus padres lo habían obligado a usar un traje con corbatín y lentes de contacto.
"Te ves bien Koo, solo déjame acomodar esta corbata"
Sus manos sobre su cuerpo fueron como fuegos artificiales.
Lástima que su felicidad no duró demasiado. A mitad de la noche, antes de que pudiera hablar o impedirlo, Park HaJoon se había hincado ante TaeHyung.
"—¿Quieres casarte conmigo?
<<No, por favor, di que no>>
—¿Casarnos?
<<Por favor, Tae>>
—Eres todo lo que quiero, Kim TaeHyung. Seremos fabulosos juntos.
<<Por favor>>
—Acepto. "
Su corazón se rompió en mil pedazos. Pedazos que tuvo que juntar de nuevo para entregar a su mejor amigo en el altar.
"—¿Yo? ¿Eso no debería hacerlo tu padre?
—Sabes que papá nunca estará muy de acuerdo con que le quiten a su bebé. —sonrió, ambos estaban en la habitación del pelinegro. —Entrégame en el altar Koo. Es lo único que deseo.
—De acuerdo, lo haré. "
TaeHyung se casó tres meses después de eso. Las estrellas se apagaron y en su lugar una noche eterna apareció. No había un rayo de sol, a menos que su lindo rubio apareciera para iluminarlo todo con sus eventuales encuentros que cada día disminuyeron hasta convertirse en llamadas telefónicas a mitad de la madrugada.
