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Era un nuevo día, el sueño de Khaotung fue interrumpido por un aroma desconocido; era agradable. Frotó un poco sus ojos y pegó un enorme bostezo, caminó hasta la sala principal donde notó la presencia de First.

—Buenos días.

El castaño se dio vuelta y al ver al más bajo solo siguió cocinando.

—Oh, hola, Khao.

—¿Qué haces? —Preguntó, aproximándose a la cocina.

—¿Ya no es muy obvio? —Contestó en tono de burla, al mismo tiempo que miró directo a los ojos de su contrario.

El más bajo rodeó completamente al mayor, en busca de un vaso de agua.

—Lo es, pero me preguntaba ¿quién le dejó entrar en mi cocina?... —aproximó el vaso de agua a sus labios tomando un sorbo de este. —... señor First.

Khaotung miró a los ojos del castaño con seriedad, al mismo tiempo que se apoyaba en el mesón.

—Um, supongo que el mismo tipo que me trajo aquí. O al menos no creo que le importe mucho, ¿o sí? —Respondió con el mismo sarcasmo.

Sirvió los alimentos en platos y colocó el desayuno sobre la mesa; empujó el plato a su izquierda justamente en frente del más bajo.

—Ten, lo hice para ti.

Khao lo pensó por un momento, en realidad no entendía de que se trataba esto. ¿First haciéndole el desayuno? Seguro le puso veneno para cucarachas, pensó.

—No gracias, estoy bien.

El plato fue desplazado de nuevo a su sitio original.

—Vamos, Khao, acabo de cocinar esto en frente de ti. ¿Por qué lo rechazas?

Por segunda vez, First empujó el plato hacia el otro lado.

—Supongo que es raro viniendo de ti. —Dijo, generando una mueca mientras miraba directo a su contrario. —¿Por qué no lo comes tú?

—Aún tengo resaca, no puedo siquiera ver este plato de comida.

El menor soltó una pequeña risa y pensó: "¿Cómo pudiste prepararlo entonces?"

Khaotung nuevamente dejó el plato en frente de First exigiendo que se lo comiera de una vez.

—No, no lo voy a comer. Lo hice para ti, tienes que comerlo antes de que esté frío. Es una orden. —Lo dijo un poco serio esta vez, pero aún mantenían una conversación calmada

—¿Otra vez eso?

—Así es.

El menor tomó el plato y agarró el cubierto. Probó un bocado, lo que para su sorpresa estuvo bastante bien. Miró con sorpresa directamente a la cara de First, quien de por sí ya tenía los ojos puestos en Khao.

—¡Es realmente bueno!

—Te lo dije. ¿A qué demonios le tenías tanto miedo? — Sonrió soltando una risa de burla.

(...)

Eran cerca de las 3:30 pm, Khaotung había terminado de limpiar su departamento lo que lo dejó totalmente exhausto. Se echó para atrás aterrizando en su cama, miró el techo y suspiró. De la nada había recordado el beso de anoche, fue algo pequeño, pero ahora sería mucho en lo qué pensar.

Aún recordaba la sensación de aquel beso, sentía una vergüenza inmensa. Tocó sus propios labios mientras, por alguna extraña razón, su mente lo traicionó imaginando como si de nuevo estuviese siendo besado por el castaño.

Kiss the enemy - FirstKhaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora