6.

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Capítulo 6.

Niall.

Hoy es uno de esos días en que no quisiera levantarme de la cama, pero es la tercera vez que mi alarma suena y ya es hora de hacerme a la idea de que debo asistir a clases.
Es primavera, pero el clima es tan similar a mi estado de ánimo. Llueve ligeramente bajo una capa de nubes grises...Llueve ligeramente bajo una capa de...

—¡Oh maldita sea! —Me levanto rápidamente, no dejando que las líneas se mezclen entre sí y pierda totalmente la idea. Del cajón alcanzo mi cuaderno de escritos, el bolígrafo y añado la frase —Llueve ligeramente bajo una capa de nubes grises, y..y es... —¡Mierda, no! —Cierro los ojos con fuerza, intentando recuperar lo que pareciera una estrofa lo suficientemente buena —Lo he perdido, joder.

Maldita sea. Es la quinta vez en la semana que esto sucede. Poco a poco he perdido la inspiración, las líneas creadas en mi cabeza se desvanecen, no logro formular ideas claras de lo que deseo plasmar en el papel.
Me siento demasiado distraído, mis pensamientos están en otra parte. Detesto cuando esto sucede, no puedo sentirme yo mismo.

Frustrado me dejo caer sobre la cama otra vez, mirando mi móvil y los mensajes entrantes. Algunos son de Brooklyn, su insistencia persistente, ella quiere que volvamos a estar juntos, pero no. Mierda, no. Ella me engañó ¡¿Cómo se atrevió?! Nunca existió nada formal, pero eso nunca quiso decir que podía salir con alguien más. Es por eso que los descarto rápidamente, después de todo, dicen siempre lo mismo.

Continúo deslizando hasta encontrarme con los mensajes de Liam. Le aclaro desde ya, que no llegaré a la primera clase de álgebra. Sé que querrá matarme, pero es un hecho de que deseo ser un holgazán al menos una hora más.
Cuando llego a los últimos mensajes, no sé cómo sentirme. Es una mezcla de emociones que no logro comprender. No solo porque es Zie quién me los ha enviado, si no porque ya descubrí quién está detrás de los infinitos mensajes que he intercambiado por meses.

Lo descubrí hace apenas un par de semanas, cuando eche un vistazo al locker que está junto al mío. Sí, es Mackenzie, Kenzie, Zie ¿Podría haber sido más obvio? De todas las chicas que hay en la escuela tenía que ser ella. Y no, no me quejo de su aspecto físico, ya que Kenzie es atractiva. Todo es por su maldita personalidad. Ojalá nunca hubiera echado un vistazo a su casillero cuando lo abrió de par en par y note el interior, todas esas pegatinas de Harry Potter, el nombre de la banda que tanto ama, el color verde en la decoración que predomina todo el interior... Era ella, sin duda.

Y ahora no sé que demonios hacer. Porque quiero a Zie, quiero a la persona que conocí hace tanto tiempo y que me enseñó que jamás debo renunciar a las cosas que amo. Quiero a esa chica que me despierta a las tres de la madrugada para contarme que sus personajes ficticios están siendo tóxicos e imbéciles. Quiero a esa chica que me debate todo el tiempo que McDonald's es mejor que KFC, y que el cereal va primero y luego la leche. Sí, la quiero.

Pero descubrir quién está detrás de esos mensajes fue algo totalmente inesperado. Kenzie me odia, cree que soy engreído y un imbécil. Y aunque sé que últimamente he actuado como uno, no soy así en realidad.
Es solo que, la escuela te enseña a actuar de una manera diferente. Jamás elegí ser parte de un grupo selecto al cuál los demás suelen venerar y seguirte por todas partes. Hace tres años me transfirieron a Castleknock College y el recibimiento fue abrumador.

Todo el mundo cree que provengo de una familia pudiente, y aunque jamás lo negué, tampoco mentí para que lo creyeran. Solo dejé que la gente hablara y pudiera crearse sus propias hipótesis sobre el niño transferido. Zie es la única persona que realmente conoce la verdad, que sabe todo sobre mí, que sabe sobre mi madre y su trabajo de secretaria en la oficina del alcalde. Solo ella sabe que mi hermano vive en Cork, después de haber sido arrestado por posesión de drogas y que eso lo mantuvo más de un año en la cárcel juvenil... O al menos una parte de la historia de lo que realmente ocurrió con mi hermano, supongo que, la otra parte es más difícil de contar, de hecho intento no pensar en ello si puedo evitarlo. ¿Y mi padre? No sé de él hace más de un año.

¿Guardarás mi secreto? -By Nath 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora