30 Entrenamientos. [INTENABO AU]

19. IDENTIDAD

"Yo me enamoré de sus demonios,
él de mi oscuridad
Éramos el infierno perfecto."

Gustabo despertó, sudado y acompañado de dolores en la cabeza. Estaba completamente solo en la habitación, pero aún sentía la calidez de la mano de Jack posarse sobre la suya hasta que este cayera dormido.

No se enteró ni siquiera de la hora en la que el pelinegro había abandonado la sala, pero ahora tenía algo suyo: el móvil que le prestó.

Analizó el cacharro, ahora pudiendo ver la hora con ese dispositivo, quedaba nada para que el inspector llegara, así que escondió el móvil lo más rápido posible.
Tras exitosamente esconderlo, tomó la acción rutinaria junto al hombre, aceptando la pastilla para luego obviamente tirarla una vez el otro haya abandonado la habitación. Seguido a esto, agarró nuevamente el cacharro, encendiéndolo y yendo a contactos: solo habían 2, como bien la había comentado Jack.

JC

Conway?
Visto. 10:00

JC
¿Gustabín? Buenos días.
Visto. 10:09

Solo quería asegurarme de que funcionaba,
tenga un buen día ;)
Visto. 10:10

JC
¿Te encuentras bien?
Visto. 10:11
¿Quieres ir a comer?
Visto. 10:14
Tienes que coger energías.
Visto. 10:16
Quizás no es buena idea, Castro me mata si te sigo sacando así.
Visto. 10:20
¿Prefieres cena?
Visto. 10:21
Mierda, si no te pueden ver. Soy gilipollas.
Visto. 10:21

relájese que le va a dar algo.
Visto. 10:22
no se preocupe, luego nos vemos, como siempre.
Visto. 10:22

JC
Ok.
Entregado. 10.23
Luego nos vemos, Gustabín.
Entregado. 10:23

Guardó el móvil en unos de los bolsillos de su pantalón, viendo los mensajes a través de la notificación, sin la necesidad de entrar en el chat y leerlo.

Hizo su recorrido de siempre para encontrarse con su gran amigo, cual este como habitual se encontraba en la pequeña cafetería, alegrando la cara nada más viera la sombra del rubio.

García se sentó delante de él, observando como Navarro le pasaba un bocata envuelto, mientras él se comía otro.

—Para ti, gordo. — Saludó Gonzalo, pasándole el bocata y observando como su amigo abría los ojos con ilusión.

—Pff. Que bueno, muchas gracias. — Festejó sutilmente, desnudando al bocata, retirándole con ansias ese envoltorio y pegándole un mordisco. —Tenemos que hablar, por cierto. — Le susurró, comentario que hizo temblar a Navarro.

—¿Cómo? Típica frase de relación, cuidado con lo que me sueltas. No quiero tríos. — Bromeó suavemente, observando como consiguió una pequeña risa del rubio.

—Bueno, aquí mejor no, vamos al sitio ese raro, nos sentamos por ahí de tranquis. — Respondió García, refiriéndose al mini parque abandonado dentro de esas instalaciones.

Dicho y hecho, llegaron ahí con rapidez, debido a que Gonzalo no aguantaba mucho más con la incertidumbre que le estaba dando.

—Al grano. ¿Te gustaría ser poli? — Soltó, una vez ambos estaban sentados en un banco chirriante mohoso.

—¿Eing? Bueno, no era mi plan en la vida, pero se cobra bien. — Respondió con indiferencia.
—¿Por qué lo dices? Tú ya no lo eres.