₂₀El último péndulo

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¡No eres más que una puta niña!

Ygritte avanzó hasta el calvo, quien se la saco de encima con tan solo un empujón

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Ygritte avanzó hasta el calvo, quien se la saco de encima con tan solo un empujón. La salvaje cayó fuertemente a los pies del caballero blanco.

Libérame —suplicó Geralt, entre dientes.

La pelirroja comenzó una lucha con ella misma, sus ojos se volvieron hacía la joven de cabellos blancos. El calvo caminó a la salida de la carpa con la joven presa en su mano. La joven le ordenaba su liberación cada vez con más desesperación debido a la falta de oxígeno que aumentaba en cada segundo que pasaba. Ygritte se reincorporó rápidamente y le ayudo al platinado a dejar a la hechicera en un lugar apartado y seguro en la tienda. Tomó de entre sus pieles una pequeña navaja y cortó la soga que tenía preso al guardián de la chica.
El salvaje calvo había desatado un revuelo de miradas entre los presentes en la tienda y los del exterior. Algunos observaban con sorpresa, otros con curiosidad y otros con desconfianza, mientras la escena se desarrollaba frente a ellos.

Solo lo diré una vez....suéltala —gruño Geralt en la lengua común. La seriedad de su rostro reflejaba cuan enojado estaba.

El hombre vestido de huesos corrió con una velocidad que dio a Geralt un golpe que lo hizo salir del camino del calvo. Ambos se perdieron al chocar con un establo lleno de animales.

Kryo perdía el último rastro de oxígeno. Su mirada terminó en la joven de mirada de color verde tan penetrante como los bosques en una mañana soleada. Kryo podía ver su propio miedo reflejado en el ahora pálido rostro de la salvaje. Un instante después, la Hersir había desaparecido, engullida por el gentío.

La multitud que estaba fuera se había hecho monstruosamente numerosa.

—Voy a terminar con toda esta mentira—gritó el calvo, al mismo tiempo que arrojaba con fuerza a Kryo hacia adelante— ¡Ahora verán con sus ojos el juicio del falso dragón!

Kryo se tambaleó con la nieve crujiendo debajo de ella, pero mantuvo el equilibrio y se volteó hacia el hombre calvo. Un pájaro de noche dibujaba una aureola oscura entre las nubes, por encima de aquellos que rodeaban a la niña, aquella que con una gran bocanada tomó el aire que le habían arrebatado, aquella que estaba rodeada por su gente y el caos al mismo tiempo.

Geralt salió de un estallido del corral, caminaba a paso depredador entre las gallinas y cabras que huían de aquel lugar. Sus ojos de oro relampagueaban. El hombre calvo se volvió hacia él. Con su mano en la empuñadura de su mandoble.

—¡No! —gritó Kryo.

Geralt no se detuvo, el rostro del calvo dibujaba diversión en todos sus colores.

¡Geralt, es una orden! —sentenció Kryo en la lengua común.

Algunas personas soltaron exclamaciones de sorpresa al escuchar el nombre del platinado, aquel nombre del famoso caballero norteño de las historias y canciones.

¹Reyes del Norte•GOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora