Nuevas esperanzas

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NARRADOR OMNISCIENTE

Veronica, una niña de trece años de edad, dedica su tiempo para los estudios y para las pandillas criminales. Ella tuvo una infancia difícil, dos años después de salir del reformatorio, perdió a su hermano mayor, Victor. No obstante, intentó continuar con su vida, pero su madre no pudo, Veronica le recordó demasiado a Victor, y la echó de su casa.

Veronica se lo dijo a Martina, su mejor amiga. Le pidió que por favor le dejara quedarse en su casa, la cual le dijo que no había problema alguno, solo que tenía que lidiar con sus tres hermanos, Martin, su hermano gemelo, Selenne, la menor y Mateo, el mayor.

-¿segura...? ¿Te podría pagar dinero?- Preguntó con una voz quebrada- Yo... No sé, me gusta Martin desde siempre ¿no sería extraño?- Continuó desconcertada-.

-Tu no te preocupes, no hace falta que me pagues con dinero, quiero que sepas que nuestro padre igualmente nos manda dinero cada semana, ¿Okey?- Le dijo mientras le sonreía levemente y le agarraba una mano- Y por lo de Martin... El también gusta de ti, así que calma-.

A Verónica se le notaba un leve sonrojo tras las palabras de Martina, no se lo creía y pensaba que solo era un plan para hacerle daño. Aunque Martina insistiera, ella seguía sin creérselo, se aferraba a una mentira y solo creía en ella misma, temía que si se dejaba llevar le pasara otra cosa horrorosa.

-Vamos Veronica, Martin siempre habla de ti en la cena... ¿Sabes que dice?- Hizo una breve pausa y continuó- "¿Has visto lo bonita que estaba hoy Verónica?" o "Nunca me canso de mirarla, ¿sabes selenne?". Y lo peor es que a ella no le importa, es a mi que me importa. Por eso creo que Martin gusta de ti- Decía mientras le daba palmaditas en la espalda-.

-¡E-eso es mentira, y una porra!- Exclamó alterada- Este... Es mentira, ¿Cómo podría gustarle a tu hermano?- bajó la cabeza y el tono de voz-.

-Eres una dramática, no entiendo como Martín se ha enamorado de ti, pero bueno, aprovechalo- Dijo suspirando durante un momento- Eres inconsciente, Veronica, hazme caso. Esta vez, ¿Sí?

Nunca en su vida le habían dado una noticia tan maravillosa, Verónica le prometió a su hermano que sería feliz, pasara lo que pasara, y lo estaba consiguiendo. Ella quería que su hermano se fuera satisfecho, pero aun así, ella no entendía porque él se suicidó. Tras la noticia de Martina, estuvo todas las horas del instituto, incluidas las del recreo, pensando en Martin y en Víctor a la vez.

Después de clases, Veronica se fue a su casa rápidamente para buscar sus maletas. Martina se ofreció para ayudarla, pero ella no quiso, al contrario, quería demostrar que ella podía hacerlo todo sola.

-Vamos, déjame ayudarte, no seas terca...- hablaba con un tono de voz alto, pero sin llegar a gritar-

-Que no...- Murmuraba haciendo leves quejidos- Ya puedo yo sola...

Cuando Verónica llevaba tres maletas a la vez, apareció Martín. La observo y riéndose dijo:

-¿Por qué no dejas que ella te ayude?¿Quieres que te ayude yo...?- Y sin preguntar, le cogió una maleta y caminó- ¿Caminas o qué?

Verónica no dijo nada, se quedó callada al ver a Martín cargando con una de sus maletas y caminó junto a él. Martina, con una mirada espeluznante sobre Verónica, caminó junto a ellos. Había un enorme silencio entre los tres, Martina estaba atrás, mirando a Verónica y a Martin, mientras que ellos estaban intentando romper el silencio.

-¿Habláis o qué?- Rechistaba Martina mientras pateaba una pelota de aluminio que estaba tirada en el suelo- Me estáis poniendo nerviosa...

Ellos seguían sin hablar, no querían, ya que si hablaban, se les notaría la voz temblorosa. Pero, sin embargo, Martina continuo:

El comienzo de una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora