El olor de las feromonas del azabache se volvió denso e insoportable, tanto que doblegó a algunos omegas y alfas del lugar. Estaba lleno de cólera, odio y rabia. Si pudiera, mataría a todos aquellos que tenían sus ojos en el castaño enmascarado.
Era a su hyung quien miraban, y no soportaba ver cómo el omega se ofrecía como si fuera cualquier cosa, la decepción tomó forma humana y era la de Jaekyung, una mezcla de sentimientos que lo estaba matando.
Cuando las luces se apagaron, el omega desapareció de la pista sin dejar rastro y la música fuerte regresó.
Ahora el azabache, como una bestia, buscaba por todo lugar al omega, pero le fue imposible tener "un pase tras bastidores" como dijeron los de seguridad. Pero estaban equivocados si pensaban que se conformaría con esa estúpida respuesta. Golpeó a los de seguridad y los encerró en el baño, así pudo entrar hacia los camerinos.
Era claro como el agua que ese lugar era un prostíbulo, bastaba con ver las vestimentas de los omega y betas que frecuentaban el lugar. Jaekyung caminó revisando puerta tras puerta hasta que por fin lo vio...
Tirado sobre el tocador de aquel cuarto con los ojos rojos y la vista nublada.
— Así que este es el motivo por el que no puedes estar conmigo — gritó furioso el alfa sorprendido al omega.
— J-Jaekyung, ¿qué haces aquí? — dijo poniéndose de pie pero cayó al suelo — V-vete de aquí — continuó casi sin fuerzas.
— Mírate — dijo el alfa acercándose — me repugna verte así. Dime una cosa, ¿hyung? — tomó su mentón para obligarlo a mirarlo — ¿Este es el motivo por el que dijiste que no servías? ¿Porque eres una maldita puta?
— V-vete — dijo divagando y con los ojos sin mirar a un punto fijo.
— Ja... esto es increíble — olfateó desde su nariz — ¿Ahora también te drogas? No sé quién es peor, si tú o el idiota de tu novio. ¿Acaso ese bastardo sabe a qué te dedicas?
Dan no respondió y cabeceó un par de veces.
— ¡RESPONDE, CARAJO! ¿POR QUÉ ACTÚAS ASÍ, CUANDO HACE UNOS SEGUNDOS PARECÍAS UNA PEQUEÑA PUTA EN LA PASARELA?
— L-lárgate de aquí...
— Mierda — musitó, tensando la mandíbula y agarrando de manera brusca al castaño por el mentón — Así que estás orgulloso de ser una puta, ¿verdad, Kim Dan? Pues bien, vamos a tratarte como tal.
Sin esperar más, lo aventó al tocador, dejándolo de espaldas a él, y presionó su cuello con fuerza.
— S-suéltame — se quejaba el castaño, pero le fue imposible liberarse del agarre.
— Si crees que te dejaré escapar como siempre, estás muy equivocado — le subió el vestido azul y apreció que todo lo que traía era una tanga negra, revelando su redondo trasero — Ja... mira esto, ¿con qué así esperas a tus clientes? Pues bien, señor Kim Dan, hoy me servirás a mí.
— Aléjate, voy a gritar — advirtió, removiéndose.
— Grita todo lo que quieras, hyung, me va a encantar oírte gemir como en los viejos tiempos...
— ¡No quiero, detente! — forcejeaba intentando zafarse, cuando las feromonas del azabache llegaron sin control a su nariz, tan fuertes y espesas que le sangró la nariz, estaba completamente dominado y su cuerpo comenzó a reaccionar, mojando su entrepierna.
El alfa estaba fuera de sí, y sus feromonas eran la clara prueba, pronto toda la habitación quedó llena de ellas. Sin esperar más, sacó su pulsante miembro y lo posicionó en la entrada del omega para entrar de golpe, arrancándole un grito de dolor al castaño que se retorcía bajo su cuerpo.
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Pequeñas Dosis/ Jinx
Romans¿Crees que si pudiera sacarte de mi mente no lo haría? Pero te volviste una maldita adicción, de la que solo puedo tener pequeñas dosis. JINX UNIVERSO ALTERNATIVO Omegaverse