"Cɑndle wɑx ɑnd Polɑroids on the hɑrdwood floor. You ɑnd me forevermore."
La rama del patinaje artístico nunca le había llamado la atención, no hasta que se dejó deleitar por los ligeros y livianos movimientos del castaño. Aquel chico dominaba la pi...
El gran día había llegado después de meses y meses de preparación en los que me convertí en una gran patinadora. Jamás podría igualar la soltura de SungHoon pero definitivamente me sorprendía a mí misma cada vez que lograba dominar cualquier nuevo complejo movimiento al que SungHoon me expusiera. Estaba preparada esperando a que SungHoon viniera a por mí y así dirigirnos al estadio donde bailaríamos. Repasaba una y otra vez la coreografía en mi cabeza y me encargaba de revisar que el vestuario fuera correcto y que llevaba todo lo necesario. El coche de la madre de SungHoon paró frente a mi puerta, asomando un alegre SungHoon del asiento del copiloto.
—¡Vamos a ello! ¡Súbete!
Corrí a los asientos traseros y me senté, acomodando el macuto con las cosas sobre mis piernas. SungHoon se giró para mirarme con una gran sonrisa y estiró su mano hacia mí para tomarla: ambos teníamos las manos heladas por los nervios que nos recorrían.
—Vamos a hacerlo genial, no importa en qué posición quedemos, ¿vale? —Vamos a quedar los primeros, ¿qué estas diciendo, Hoon?
Ambos reímos y apretamos nuestras manos incluso más juntas si se era posible. En aquel momento ambos nos necestiábamos el uno al otro más que nunca. Estábamos a punto de hacer historia y no lo sabíamos, no éramos conscientes, ni nos veíamos capaces de eso.
Aparcamos el coche y ambos nos dirigimos a los vestuarios para quitarnos la ropa que cubría nuestros trajes y para terminar unos cuantos arreglos que hubiera que hacer antes de salir a esperar nuestro turno para presentar, como por ejemplo ponerlos los patines con las cuchillas cubiertas. Los apretaba con fuerza para estar segura de que no se escaparían en mitad de la actuación y me puse de pie para comprobar que en efecto estaban perfectamente ajustados. Tomé mi macuto lista para salir pero me di de bruces con la puerta. Pensé que quizá se abría hacia el otro lado pero no, la puerta no se movía ni un milímetro. Tironeaba y empujaba la puerta asustada para después comenzar a aporrearla sin señales de vida al otro lado.
Cogí mi teléfono y traté de llamar a SungHoon pero no había cobertura en aquellos búnquers. Quise estamparlo contra la pared y chillar de rabia, ¿en serio tenía que pasar esto justamente ahora? Volví a golpear la puerta con la esperanza de que alguien me escuchara.
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SungHoon's POV:
Quedaban unos 15 minutos para nuestra actuación y ______ aún no aparecía. Miraba la escalera de la grada en la que estaba sentado fijamente mientras la esperaba. Movía mi pierna de forma nerviosa mientras el ya conocido sentimiento de ansiedad se instalaba en mi pecho, no me gustaba como pintaba la situación.
Entonces escuché mi nombre de los labios de mi madre y me giré para preguntarle por _____ para encontrarme con la ingrata sorpresa de que Winter estaba aquí, casualmente preparada con un vestuario similar al que adoptamos para la canción y con sus patines ya puestos. Miré a mi madre con una ceja levantada lleno de curiosidad, esto no estaba pasando...
—¿Qué pasa? ¿Qué hace ella aquí? ¿Dónde está ______? —No sé cómo vas a tomarte esto pero.... ______ se ha ido, Dice que se ha puesto demasiado nerviosa y que es demasiada tensión... No puede hacerlo. Tuve que llamar a Winter para que viniera corriendo. Ella te ha dejado tirado SungHoon... Abre los ojos. —No.—Respondí seco. — No te creo. O lo hago con ella o no lo hago con nadie.
Salí rápidamente de allí en busca de ______. La buscaba en la cafetería, en las escaleras, en los jardines fuera del estadio, por todas partes y no había ni rastro de ella. Había empezado a creer que lo que mi madre me había dicho era verdad y ella simplemente había huído... ¿Qué clase de confianza tenía en ella si creía eso? ¿Acaso ella había jugado con mi confianza? ¿Acaso iba a dejarme solo uno de los días más importantes para ambos?
Mis ojos se pusieron brillantes, llenos de lágrimas de un momento a otro. Trataba de llamarla pero su teléfono salía fuera de línea, le enviaba mensajes y nada le llegaba. Sentía cómo me habían roto el corazón en trizas dejándome tirado el día en el que pensé que mis dos pasiones iban a ser una; me había encontrado con dos pasiones menos que sabía que jamás recuperaría. Winter pareció seguirme y me tomó del brazo para llamar mi atención.
—Debemos volver dentro, Hoonnie... Quedan diez minutos y ella no va a aparecer. —No, Winter.—Solté mi brazo con brusquedad.—Dije que con ella o con nadie.
_______, aférrate a los recuerdos, ellos se aferrarán a ti y yo me aferraré a ti... Vuelve, por favor, nunca te conviertas en una extraña.
