- Quieres calmarte? Empiezas a fastidiarme– Dije tratando de que dejara la inquietud
- ¿Cómo coño quieres que me calme? Haber, dime? – Dejo de dar vueltas, para mirarme con desespero.
- No lo sé, solo – Moví mis manos en dirección de lo que estaba haciendo – Deja de hacer eso, que haces con la cejas y las manos, para comenzar – Exhale el humo de mi cigarrillo
Mire a mí alrededor, arropándome más, nosotros éramos los únicos en el estacionamiento, el frio nos bañaba y el ambiente se hacía más tenso, a medida que ella seguía caminando en círculos y susurrando cosas.
- El que? – Dijo volviendo hacer esos raros ademanes con las manos, a la vez que hacía que sus cejas hicieran diferentes ceños
- Dios, nació así o comó? – Susurre para mí.
- ¿Como dices? – Paro en seco todo lo que estaba haciendo para mirarme como si me quisiera pisar con un auto, con su ceño fruncido
- Yo soy la especial? – Dijo a medida que se iba acercando – Haber si entiendo, aquí, el único especial, eres tu – Alzando sus manos al aire exageradamente, luego me apunto el pecho – Si no fuera por ti y tu estúpido egocentrismo, yo estuviera en mi habitación, tranquila, leyendo alguna basura americana, y hasta quizás durmiendo – Iba presionando mas fuerte mi pecho, a medida que hablaba – Si no fuera por ti, nada de esto serio necesario, no estaría haciendo mis maniáticas poses con las manos o los estúpidos ceños; como tu les llamas y hasta no tendría que estar hablando como una maniática, no estuviera congelándome con este maldito frio, no habría esta estupida necesidad de "tranquilidad" en mi vida en este momento, si no hubiera sido porque me obligaste a venir... Dios, a veces, quisiera no hacerle caso a todo aquel que me tira paja al fuego, yo y mi maldito orgullo – Una vez termino de hablar, rodo los ojos, me empujo contra el carro y se alejo.
La mire como se tomaba el cabello entre las manos, para hacerlo para atrás y exhalaba fuertemente – Tienes frio? – Dije
Dio media vuelta - Qué? – Hablo para sí misma, más que para mí
- Que si tienes frio? – Me acerque a ella, quitándome mi chaqueta.
Una vez que la despoje de mi cuerpo, la puse sobre sus hombros.
Ella me miraba atentamente; a ver cuál sería mi siguiente movimiento, movió la cabeza lentamente a medida que rodaba los ojos y se reía levemente con algo de gracia.
- Eres,
- Jodidamente hermoso y encantador, lo sé – Dije haciéndome el chistoso, para relajar sus nervios
- No – Dijo abrazándose con mi chaqueta – Iba a decir que eres increíble idiota, te di un discurso y te declare que arruinaste mi día por completo, y tu solo... – Me miro a medida que su iris se tornaba de otro color por culpa del único poste que había cerca apuntando a su cara – me preguntas que si tengo frio; que triste, tus neuronas son tan ineficientes que solo pueden captar monosílabas, bisílabas y trisílabas, conchale... – hizo un mohín y me regalo una sonrisa de lado
- Dios, tu sí que sabes cómo matar el ambiente – Ladee mi cabeza- Por qué no mejor mantienes esa boquita hermosa que tienes cerrada y listo - Dije presionándole los labios con la manos
Miro mi mano por unos segundos, luego paso a mis ojos y frunció el ceño, empujo mi mano de un manotón - Quita tus asquerosas manos de mi boca, dios sabe, donde habrán estado metidos esos dedos, de solo pensarlo me dan arcadas... - Dijo haciendo cara de repulsión.
- Si quieres te puedo enseñar donde han estado metidos estos dedos y lo que puedo hacer con ellos - Hable mientras la miraba, acercándome peligrosamente a ella y lamiendo mi labio inferior
- Que asco... - Dijo empujándome levemente. Me reí - Mejor busco la manera de regresar a mi habitación para poder leer 'Los Cuentos de Canterbury' tranquila, y poder alejarme de ti sin que estes arruinando cada minuto del tiempo que me queda aqui.
La mire escaneándola – Alejarte de mí? - Me rei levemente y acercándome a ella y puse mis labios cerca de su oído, y hable - Eso es lo último que harías, o me equivoco?
M.Palmar
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Conchale: Expresion venezolana que se usa para expresar una pena, normalmente usada sarcasticamente como en este caso.
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When We Collide.
Teen FictionLa historia que nadie quiere, juntos son los delitos capitales; tres vicios concupiscibles, ebriedad, avaricia y lujuria; tres vicios irascibles, ira, orgullo, tristeza; los llevara a una inteminable relación de odio, pasión, tragedia, misterio, m...