capítulo 5

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Hoy, sabado 16, estoy, como ya es costumbre, en casa de doña lucha en compañía de rosa, albertano, el Macaco y el chinito

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Hoy, sabado 16, estoy, como ya es costumbre, en casa de doña lucha en compañía de rosa, albertano, el Macaco y el chinito. Estoy terminando de ayudar al chino a pintar un cartel para la marcha a la que irían el y el Macaco.

- A ver, ¿cómo vez esta consigna, carnal? "No se impone, se propone".- el chino cerró su puño mientras lo elevaba volteando a ver a su amigo.

- Nel, le falta rintintin. Mejor está ¡ya está rancia la intolerancia!.- esta vez elevó su voz el Macaco e igualmente elevó su puño.

- ¡ama, pero si está fresca la pintura!.- el chino trato de quitar sus cartulina de debajo de las bolsas de doña lucha, quien llego aventando las bolsas sobre la mesa.

- ¡luchis, los carteles, chale! Tengo desde temprano pintando kittys y florecitas.- estire mis brazos sobre la mesa y deje caer mi cabeza de lado sobre estos, pues traia una paleta en mi boca.

- Vengo de muy buen humor. Miren todo lo que encontré en la esquina de correo mayor de artículos 123.- lucha, comenzo a sacar juegos de mesa mientras la rosa y albertano se acercaban a nosotros.

- Señora, esas calles no coinciden.- el Macaco movió sus manos llamativamente mientras explicaba.

-Dije que vengo de buen humor, ¡eh! Vean todo lo que encontré.- paso los juegos hacia el chino y el chino los rolo al Macaco, quien ni siquiera los pudo ver gracias a que albertano se lo arrebató. -Las serpientes y culebras, las damas chinas, las damas inglesas, la loteria, la perinola. Y las fichitas casi no traen rebabas. ¡ay, cómo me gusta el olora juguete nuevo!.- tomo uno de los empaques comenzando a oler.

-¡ay, no, luchita, no huelas eso!.- me pare apoyándome un poco sobre la mesa para quitarle aquel empaque de sus manos.

-Si, luchita, ¡luego te pones bien rara, te pones toda jarandosa, luego seria, luego con sueño, luego con hambre!.- le recordó rosa.

- Chino, quitame tus cartones y jalense unas sillas, que vamos a jugar a la perinola.- comenzó a bajar las cosas de la mesa para sacar unos de los paquetes de juegos que trajo y colocarlo sobre la mesa.

- No, amá, hoy es la marcha de respeto a la tolerancia.- explico el chino señalando sus carteles.

- ¡uy, sí! ¡nosotras vamos con ustedes! ¡queremos ver a la brandy!.- rosa nos señalos mientras chocaba los cinco con el chino.

- ¿quién es la brandy?.- nos pregunta albertano mientras trata de abrir uno de los juguetes.

- El Fabricio.- contestó rosa.

- Si, va a salir de luciérnaga furiosa.- movi mis manos mientras daba una vuelta sobre mi propio eje.

- ¿qué las luciérnagas no son las estas que prenden sus colas en la noche?.- volvió a hacer otra pregunta albertano.

- Si, si, esas meras.- contestamos rosa y yo.

- Nel, yo me quedo.-

- Albertano, tú lo que necesitas es aprender a convivir sin importar la raza, el culto o la diversidad sexual. - le dijo el chino.

t/n x el chino (maria de todos los ángeles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora