Oh, mi Dios,
estoy profundamente arrepentida por haberte ofendido,
y detesto todos mis pecados,
porque temo la pérdida del cielo y los dolores del infierno;
pero más que todo porque te amo,
y deseo fervientemente ser buena.
(Madonna, Girl gone wild)
Fuente Google
Sehun estaba bastante entretenido sonando su llamador de ángeles y escuchando su reproductor mientras en su mente maquinaba algunos planes para el loco más bonito que haya existido sobre la tierra. Para mala suerte de dicho loco, llegó al templo y lo encontró en un banquillo en la entrada, como si el sacerdote hubiera estado esperándolo.
—¡Luhan! —exclamó Sehun levantándose en cuanto le vio venir— ¡Qué sorpresa! Justamente estaba pensando en ti —sonrió.—Pues debí sentir su energía llamarme porque me dieron ganas de venir a orar con usted, padre —respondió el rubio con un tono alegre, intentando que no se notara que muy en el fondo había echado en falta a Sehun.
—Bien, hace ya unos días que no hacemos oración. Vamos, Luhan, hoy nos encerraremos en la oficina del templo para que nadie nos moleste.
El rubio asintió y caminó tras Sehun, manso como un corderillo que no tiene idea de que se dirige al matadero. Sus pisadas tranquilas resonaron en el piso del templo. Una vez en la oficina, se sentaron y se dispusieron a orar, era su costumbre iniciar recitando el Padre Nuestro, pero a la mitad de la oración el sacerdote lo interrumpió.
—«Hágase, Señor, tu voluntad...» Oye, Luhan, ¿recuerdas cuando te sentiste excitado dentro del confesionario?
—¿Perdón? —preguntó muy descolocado, pensaba que había escuchado mal.
—Cuando te sentías caliente estando en el confesionario, ¿lo recuerdas? —Luhan enrojeció hasta las orejas—. Ah, entonces sí lo recuerdas. ¿Cómo te sientes aquí?
—¿Ahora mismo? Pues... confundido... es que no entiendo por qué me pregunta eso...
—No, no con respecto a mí sino con respecto al lugar. Te traje a un sitio muy tranquilo donde solo han pasado cosas buenas, para que ores más concentrado...
—Oh, ya veo... ¡Muchas gracias! —respondió sinceramente. Luego, cerró sus ojos y continuó—. «Hágase, Señor, tu voluntad así en la tierra como en el Cielo...»
Sehun continuó también, pero de vez en cuando abría un ojo para espiar a Luhan quien ahora parecía más relajado. Luego, se dedicaron unos minutos para hablar con Dios desde el fondo de su corazón, significaba que no debían abrir la boca para ello, generalmente Sehun usaba esos minutos para espiar a Luhan quien se arrodillaba, unía sus manos y oraba con todas sus fuerzas. Esta vez parecía más tranquilo, se había dejado llevar por las palabras del sacerdote y había bajado todas sus defensas.
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RELIGARE II: LuhAngel [Fanfiction EXO- HunHan]
FanfictionOh Sehun había sido enviado directamente desde el Vaticano. Su labor, servir a su dios en aquel recóndito pueblo del que el Padre Kim fuera descomulgado bajo extrañas razones que la mayoría desconocía. Sehun no era un sacerdote convencional, pero au...