Solo tú

Capítulo 7

Empezar de cero

Hailey

Abrí lentamente los ojos cuando noté cierto peso sobre mi abdomen.

Baje la vista para ver a Josh abrazando me.

¿Lo peor de todo? Estaba dormido.

Deje de respirar nada mas darme cuenta. Intente  colocar mejor su brazo.

Lo levanté con suma calma, cuando de la nada se movió.

¿El resultado? Terminó abrazando me más fuerte.

No podía verme la cara, pero estaba segura de que me puse roja.

Ahora estaba totalmente inmovilizada, y no me quedo mas opción que despertar lo.

Lo cual sería aun mas incómodo.

Josh

Fruncí el ceño al oír una vocecita diciendo mi nombre.

—Josh.

—Cinco minutos mas. —Murmuré con la cara enterrada en la almohada.

—¡Josh!

Gruñí e abrí los ojos para decir le a Jul que se callara.

Pero había un problema. No era Jul.

Era Hailey. Y la razón por la que me llamaba, era porque la estaba apretujando contra mí.

ESTABA ABRAZANDO A HAILEY.

¡A HAILEY!

La loca que siempre se cree mejor que yo.

Entonces recordé todo lo que pasó anoche, y porque estaba durmiendo con ella.

Me separe de inmediato.

—L-losiento. —¿Por que coño estaba tartamudeado? —Espero no haberte incomodado.

—No pasa nada. —Dijo, incorporándose.

Estire el brazo para poder coger el móvil, qué estaba sobre la mesita de noche.

Di un brinco y me incorporé de inmediato al ver la hora.

—Mierda. —Dije poniendo me los zapatos.

—¿Todo bien? —Preguntó Hailey.

—Son las doce, joder. Esta mañana tenía que llevar a Jul a clase.

—Creo que se las habrá apañado.

Sí, pero no era solo eso lo que me preocupaba. Si no, el hecho de que tendría que responder mil preguntas, sobre por qué no aparecí ayer para la cena familiar.

Me puse la camiseta como pude y abrí la puerta.

—¡Josh!

Me giré de inmediato para ver a Hailey.

—¿Que?

Ella sujetaba la llaves de mi coche, con una sonrisa, por la tontería de ayer.

Me las lanzo y yo las atrape torpemente.

—Gracias por quedarte conmigo ayer.

¿Hailey dando me las gracias? Eso si que era nuevo.

Le sonreí en modo de respuesta, y me volví a girar.

—¿Josh?

—¿Sí?

—Quería... pedirte que no comentarás nada de lo que pasó anoche.