Los mejores amigos deben estar en las buenas y en las malas, eso pensó JungKook cuando TaeHyung se casó con el "hombre perfecto" para él.
¿Qué sucede cuando no lo es?
¿Qué pasa cuando HaJoon ya no es el hombre perfecto que conoció?
JungKook tendrá...
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En un campo de rosas, cuando el sol se esconde en un perfecto atardecer y la luna llega tímida y lenta.
Su vida se sentía así.
El universo había conspirado a su favor, o tal vez él mismo lo forzó. No lo sabía, pero estaba agradecido por estar a lado de un hombre maravilloso y tener un hermoso hijo que le llenaba de alegría sus días y noches.
Era feliz y amado.
Tenía todo lo necesario para seguir nadando contra la corriente de la vida.
Las cosas habían caído en su lugar conforme los años pasaban. Luego de cuatro años desde «ese momento» todo se compuso de forma inexplicable.
Cinco meses después de que lograra recabar todas las pruebas necesarias, la madre de Jimin y Hanna logró salir del agujero en donde HaJoon la había medido injustamente. El hermano de SeokJin también pudo salir libre bajo una libertad condicional, aún recuerda cuando sus amigos llegaron entre lágrimas a agradecerle.
Aunque no le debieran nada. Era lo justo.
Así conforme los años pasaban, Hoseok se había encargado de contactar a las víctimas del abogado para ayudarlas bajo un seudónimo que le permitía hacer justicia. Era paz para su alma, después de todo siempre soñó con ser un policía que defendiera la verdad. Una lástima que aquel hombre se creyera con el poder de arrebatarle eso.
Por su parte, aún tenía un as bajo la manga por si las cosas se complicaran. Luego de que su compromiso con TaeHyung se hiciera oficial, habían acordado casarse después de que su hijo naciera.
JungKook aún recuerda la felicidad completa que sintió cuando su pequeño bebé fue depositado en sus brazos. El sentimiento fue superior a cualquier otro, porque desde el segundo uno que ese niño lo miró, ya quería poner el mundo a sus pies.
Y ese efecto solo lo había tenido TaeHyung en él.
Estaba enamorado, de su esposo y de su hijo, porque ambos eran su razón de vivir día con día.
"—Es precioso amor. —lloró mientras veía al niño pegarse al pecho de su prometido.
—Ya oíste a papá, eres hermoso osito. —coincidió el doncel. —Bienvenido al mundo, Jeon YeonJun.
JungKook sollozó y besó la mejilla de TaeHyung.
—¿De verdad?
—Por supuesto, mi amor. "
A eso se refería con felicidad completa.
Para el medio día, luego de dejar sus pendientes resueltos en la oficina, se fue hacia la escuela del menor, donde se reuniría con su esposo para recoger a su bebé en su primer día de preescolar.
