Donde Seo A-ri, decidió, muy estúpidamente, hacer pagar a Hwang Hyunjin por haberle dejado completamente desconsolada 4 meses atrás. O, donde, Hwang Hyunjin, se da cuenta del grave error que cometió ese viernes de mayo.
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14. i'mstill trying everything ( to keep you looking at me )
LUNES
LAS MANOS LEtemblaban desde que había salido de su aula de clases y se había adentrado al pasillo de la escuela, aquel pasillo desolado que la llevaba directamente a la fuente de agua del primer piso, específicamente aquella que se encontraba frente a los laboratorios. Usaba sus auriculares, pues Sunmi había dicho que sería un buen detalle, algo que la haría lucir natural, no como si hubiese pasado unas cuatro semanas enteras estudiando el horario del chico que le gustaba como para saber que se encontraría en aquella fuente en estos momentos.
Apretó los labios y dejó que la música sonara dentro de su cabeza, distrayéndose con las letras de su rubia favorita. Funcionó de cierta forma, pues en poco tiempo se encontró a sí misma articulando las palabras que conformaban la canción que sonaba, inundando sus pensamientos acerca de la locura que se encontraba a punto de hacer. Aunque, bueno, no era una locura sumamente enorme, pero si la ponía con los pelos de punta, sobre todo por cómo se habían desarrollado los últimos sucesos entre ellos. Suspiró y giró hacia la izquierda, encontrándose con la dichosa fuente y como un muchacho pelinegro tomaba agua de su botella un poco más apartado.
A-ri inhaló aire y se obligó a mantenerse serena. Puso Shake it off, doliéndole en el pecho, pues la Taylor's Version de aquella canción aún no estaba al aire. Comenzó a sacudir la cabeza al ritmo de la música y fingiendo estar completamente distraída, se acercó a la fuente de agua, abriendo una botella naranja de Sun-mi y comenzado a llenarla, mientras tarareaba en voz baja y se obligaba a no mirar al muchacho. Sentía el corazón latiéndole de forma pesada en el pecho y como su sangre era bombeada con demasiada fuerza y rapidez a todas partes de su cuerpo, sentía nervios, nervios de cómo sería aquella interacción.
Se sentía verdaderamente ridícula y por unos segundos, consideró abandonar todo tipo de plan, hasta que, de repente, una ligera aclaración de garganta le hizo apartar la mirada de la botella de agua naranja de su amiga. Giró la cabeza, fingiendo no saber exactamente de quién se trataba y le miró con las cejas muy arriba. Sus miradas se conectaron y, sin poder evitarlo, sus labios se entreabrieron de asombro, soltando un suspiro casi imperceptible.
Mira, quizás era verdaderamente ridículo lo que estaba a punto de decir, pero nada jamás podría comprarse con la sensación de ver a Hwang Hyunjin a los ojos, mientras formaba aquella preciosa sonrisa en sus labios abultados y rosados, tan carnosos y perfectos. No mientras sus hermosos ojos negros y rasgados te miraban de una forma, que casi podrías considerarlo capaz de leer hasta los más profundos secretos de tu alma, aquellos de los que ni siquiera tu estás consciente que existen. Era simplemente injusto lo perfecto que se veía con su larga cabellera sedosa y negra recogida con una coleta, mientras mechones negros caían enmarcando su rostro y jodidamente injusto que una perforación se viera de aquella forma cuando se encontraba en el rostro del chico.
