Si somos sinceros alguna vez una de nuestras fantasías fue enamorarnos de nuestro profesor guapo y que él se enamorara de nosotros, pero que pasa cuando nunca tuviste un profesor asi durante toda tu vida estudiantil y años después siendo ahora profesor te enamoras de tu alumno, un alumno que es muy guapo, deseado por todos por su buen físico, por su perfecto rostro, por su aura dominante y porque es el mejor en todo lo que hace.
Asi es la vida de Park Jimin quien en su adolescencia deseó enamorarse de un guapo profesor pero todos los que le dieron clases siempre fueron viejos con canas o personas casadas que nada tenian que llamara la atención y ahora a sus veintisiete años siendo profesor en la universidad K-Min se enamoró de uno de sus estudiantes mas destacados él cual es guapo por donde sea que lo veas.
La idea de que su alumno se enamorara de él era muy alta, pero la probabilidad era muy baja. No sabia de su vida, si tenia novia o si tiraba para el otro bando, pero quería que surgiera un amor inapropiado, uno donde aunque estuviera mal no les importara y que solo siguieran con su amor.
-Por favor para la próxima clase necesito los trabajos grupales.
-Si profesor- dijeron todos los alumnos.
Esa era su rutina, ir a dar clases, ver al estudiante que le gusta, llegar a casa y darse auto placer imaginando que es su alumno quien lo hace. Parecía un joven hormonal, pero no le importaba solo quería que pasara o que incluso los roles fueran al revés donde él era el alumno y Jeon su profesor.
Desde su punto de vista no llamaba la atencion de Jeon y quería dejar de pensar en él pero no podia. Quería acercarse a él, pero le daba miedo, no quería que lo reportaran si hacia algo y él lo tomaba mal. Se mantenia lejos pero usaba ropa provocativa que lo hacia ver como un estudiante y no un profesor. Esa era la única técnica que podia aplicar, deleitar su vista y que sea él quien diera el primer paso, solo esperaba aver si daba frutos o no.
Hoy estaba tan metido en sus pensamientos que no se percató cuando unas de sus estudiantes se dirigían hacia él.
-Disculpe profesor- dijo la chica de forma nerviosa y sonrojada.
-Eh a si digan me en que puedo ayudarlas.
-Bu-bueno yo quería darle este regalo, es que usted me gusta y aunque esté mal y no sienta nada aun asi puede aceptar mi regalo por favor.
-Claro, gracias por esto, sigan estudiando duro- aceptó el regalo pues la chica fue consiente.
-Gracias profesor- las chicas se fueron felices.
Ellos estaban felices pero alguien a lo lejos no lo estaba, no estaba para nada contento de que le hayan dado un regalo a su profesor y que él lo aceptara gustoso. Decidió actuar y evitar que ese regalo estuviera en manos de su profesor, le dejaría en claro que no puede aceptar regalos de otros. Jimin se dirigió al salón que le tocaba y dejó el regalo junto a su maletín para poder dirigirse al baño, mientras tanto alguien entró de forma sigilosa, tomando el contenido del regalo y dejando en la bolsa una nota.
Cuando Jimin entró al salón no notó nada fuera de lugar hasta que se sentó y decidió abrir el regalo, al hacerlo lo único que vió en la bolsa fue un papel, lo abrió y leyó su contenido.
"Querido profesor, usted no puede aceptar regalos de cualquiera, solo mios, si acepta cualquier otro lo confiscare y los quemaré porque usted es solo mio, queda advertido" jk.
-Que? De que habla.
No pudo divagar en sus pensamientos pues los alumnos empezaron a llegar. Mientras explicaba la clase seguia con la duda de quien era el autor de la nota que al parecer gustaba de él.