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Minho luego de divagar mucho en sus tiempos libres, hasta cuando trabajaba, logro tener una estupenda idea.

El primer paso para poder lograrla era consultarle a Jisung.

El obstáculo para hacerlo era que este llegaba tarde del trabajo y ni siquiera se cambiaba su ropa a una más cómoda.

En las mañanas también era difícil tratar de entablar una conversación, Minho desde hace un mes ya ni le hacía desayuno a su marido.

Minho sabía que Jisung le escucharía aunque esto súper cansado, solo que al mayor le daba pena hacer eso.

También sabía que Jisung era algo adicto al trabajo, el alfa de por si guardaba una parte de lo que ganaba para el futuro de Jeongyeon.

Minho tendría que esperar a un día perfecto dónde Jisung regresara a su casa un poquito más temprano.

Y eso sucedió.

Usualmente Jisung llegaba a las once o más tarde, pero está vez el reloj marcaba a las nueve y media cuando el menor llegó.

Tenía una gran sonrisa en su rostro, al parecer algo bueno había pasado.

-Hola cariño- Minho espero que Jisung se volteara para ayudarlo a sacarse el saco.

-Cómo has estado Honnie?, Jeongyeonie ya está durmiendo, no?- Minho asiente con un pequeño sonido que hace con su boca.

-Bien, pero ahora muchísimo más porque ya estás aquí- Jisung se arremanga la camisa y coloca sus manos sobre las mejillas del mayor.

-Quieres que me de un infarto acaso?- Minho se sonroja ante lo que dice el alfa -yo debería ser el que dice eso-

-Pues taldas mucho en hacedlo- Minho habla de forma rara ya que Jisung le estaba apretando sus cachetes, haciendo que los labios del más alto formen un corazón.

-Que lindo te ves- Jisung se acerca más a Minho para darle un pequeño beso.

-Aish, cállate- Jisung lo suelta y va hacia la cocina para abrir la alacena de abajo, al lado del horno.

-Me hubiera gustado hablar con Jeongyeonie después de varios días, la última vez fue porque se despertó en la madrugada por aquella pesadilla-

-Oh- Minho se quedó callado, recordó que se había quedado dormido en plena tarde anteriormente y Jeongyeon había comenzado a ver aquella película de terror que supuestamente estaba viendo.

-No te preocupes, me acuerdo que me pasó lo mismo cuando apenas tenía once años, mi segundo género ya se había revelado pero yo seguía siendo un niño llorón- Saca una botella de vino de la alacena.

-Por algo yo te cortejo, Jisung- Minho suelta una pequeña risa y saca de uno de los cajones el quita corchos -Te ayudo?-

Jisung frunce el ceño, claro que no, él sabe que no es bueno abriendo corchos o chapas de metal, pero tendría que aprender un día, como le enseñaría a su hija si ni siquiera sabe hacer algo tan simple, no sería un buen padre alfa para ella.

-No, gracias- Minho le entrega el quita corchos y retrocede varios pasos. Sabía que Jisung podía lograrlo algún día, aunque las anteriores veces hayan terminado con Jisung todo manchado de rojo.

-Creo que al menos deberías cambiarte la camisa... es gris y será algo difícil sacar las manchas- Minho se rascó la nuca.

-No, abriré por fin la botella, tomaremos vino, y me darás unos buenos besos, de esos que te dejan sin aire- Jisung dijo con suma confianza.

Minho asintió con aún más rubor en las mejillas.

Los segundos se estaban volviendo largos, al parecer Jisung tenia "confianza" pero miedo, su mano con la que sujetaba el quita corchos temblaba.

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⏰ Última actualización: Sep 01 ⏰

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𝐅𝐈𝐑𝐒𝐓 𝐓𝐈𝐌𝐄 - 𝐇𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora