Fragmentos de ti.

Capítulo 26 Mi corazón en tu mano.

Yor tomó la mano de Loid en un rápido movimiento, Loid apenas pudo registrar el movimiento cuando sintió su brazo ser jalado por la fuerza de ella, corriendo por el pasillo del edificio, llevándolo a dónde ella quería.

—¿A dónde me llevas, Yor-Yor? —preguntó Loid, con una sonrisa en los labios.

Ella corrió hasta que llegó a las escaleras al final del pasillo, parecía que ni siquiera había escuchado lo que él le preguntó, o al menos eso creyó él hasta que esos hermosos ojos rojos se voltearon a verlo.

—No veremos los fuegos artificiales desde ahí abajo como todos los demás, si tengo razón, podemos verlos desde el techo. ¿Vienes?

Yor subió una grada, quedando a la altura de él, su vestido blanco hacia que sus ojos y cabello resaltarán más, se veía más hermosa ante sus ojos que con el uniforme puesto. Ella extendió la mano a él con la palma hacia arriba.

Una diosa elevada. Eso es lo que Loid pensaba mientras veía su rostro. Al fin con una sonrisa entera en su rostro y no con un rastro de culpa en sus ojos. Sabía que la había separado de su familia, eso la había afectado aunque intentaba que no lo hiciera, pero Loid podía leerla fácilmente como un libro abierto. Ella los extrañaba.

Así que después de días de verla intentar cubrir su tristeza con una sonrisa falsa a verla con una verdadera, era algo que quería guardar en su mente el resto de su vida.

—Guiame —Loid puso su mano sobre la de ella.

Confiando en ella con todo su corazón. Confiaba en ella con su vida, después de todo ella sacrificó muchas cosas por él, ella daría lo que sea por él y él también por ella. Lo que sea.

Yor le sonrió, mejillas sonrojadas, ojos brillantes y labios rosados curveados. Le dió la espalda y subió las escaleras jalando a Loid con ella.

Subieron dos pisos más para llegar al ultimo piso, Loid no sabía lo que ella estaba planeando exactamente. Al abrir las ventanas de cada habitación ninguna daba a un techo o a una plataforma para quedarse ahí. No fue hasta que ella llegó al final del pasillo que notó lo que ella estaba haciendo, de hecho ni siquiera sabía que existía algo como esto.

—Esa escotilla da al atico, ¿puedes ayudarme a abrirla? —Yor soltó su mano y señaló al techo con la misma.
—Claro, ven —Loid extendió las manos.

Yor se acercó a él, colocando las manos sobre sus hombros, él tomó la cintura de Yor entre sus manos y la elevó ejerciendo fuerza en los brazos, la levantó para que pueda llegar al techo. Ella presionó la escotilla y se abrió deslizando una escalera.

—¿Cómo descubriste esto? —preguntó Loid, bajando a Yor al piso.
—Bueno, encontré ese lugar cuando intenté ocultarme de ti y de Demetrius. Solía estudiar en el tejado. No se lo digas a nadie —murmuró, como si hubiera gente a su alrededor.

Loid negó con la cabeza de inmediato.

—A nadie, vamos, sube —señaló con la cabeza la escalera.

De repente, esos dias que pasaba en su habitación viendo por la ventana esperando a que viera a Yor pasar empezaron a tener sentido de porque no veía a Yor pasar después de las clases. Sonrió de lado y negó con la cabeza, dejando de lado todo eso.

—Aun no entiendo cómo lo descubriste, ni porque nadie más lo ha hecho aún, ni de porque aún no te han descubierto.

Escuchó una risita de Yor cuando ella ya se encontraba adentro del atico.