BORN TO DIE (billy x stu)

12

El sol finalmente se hacía presente en la habitación de ambos chicos que aún dormían, los rayos de luz atravesaban la ventana hasta posarse en el brazo desnudo de Billy que rodeaba el cuerpo de Stu, nada podía interrumpir esa paz que se sentía en el ambiente, la pareja parecía tan pacífica y era una imagen tan romántica que no se podía esperar nada negativo en ese instante.

El primero en abrir los ojos como siempre fue Loomis, ya que siempre vivía alerta despertó primero acomodándose en aquella cama, miró a su lado y sonrió al darse cuenta de que ya no tenían que fingir más.

— Arriba... cachorro.— bostezó dando un pequeño empujón a quien era su pareja.

El alto apenas se movió, no quería levantarse aún, por lo que tomó al chico de ojos cafés y lo atrapó entre sus brazos moviéndose de tal forma que lo tenía ahora en la cama acostado de nuevo y él por detrás abrazándolo.

Billy se quejó tratando de moverse pero aunque él tuviera más fuerza no podía luchar con Stu en ventaja.

El rubio prontamente lo apegó más a su cuerpo mientras comenzaba a morder el lóbulo de la oreja del bajito.

— Stu... es temprano.— susurró Billy palmeándole su brazo que lo rodeaba.

No pensaba tener ningún contacto más allá de besos en esa mañana, y simplemente era porque estaba cansado aún sobre lo que habían hecho anoche, no en terminos emocionales ya que Billy superaba bastante rápido los shocks sentimentales, estaba cansado físicamente por correr de aquella carretera y gastar tal energía cuando asesinó a Sidney.

Por supuesto que Stu ni caso le hizo.

En su mente no le importaba si Billy le  reprochaba algo, ya no era ese alto sumiso que le podía hacer caso en todo, había sacado más de su personalidad oculta ya que Billy igual le había dado pie a conocerlo más.. a fondo.

Besó su cuello conforme los alegatos del bajo se hacían más frecuentes, mordió el mismo dejando una marca algo notoria y entonces cuando escuchó un jadeo de Billy se separó.

Stu como si nada se levantó de la cama y se fue directo a la cocina.

Billy enseguida lo maldijo pasando sus dedos por el puente de su nariz ya que sólo lo había provocado para su diversión.

— ¿Qué vas a querer comer, gato? — dijo como si nada Macher mirando la cara de Billy con ese ceño fruncido típico de él.

Entonces no se aguantó la risa y estalló en carcajadas por lo enojado que se veía Loomis, el mencionado enseguida fue en su ataque y se le tiró encima de tal forma que ambos se cayeron al suelo pero no les dolió ya que el bajo comenzó a hacerle cosquillas a Stu causándole más risas aún.

— ¿Te parece gracioso dejarme así? — decía Billy relamiéndose los labios.

Ahora abrazaba a Stu y su boca se divertía besuqueándolo por el cuello, sus clavículas y parte de los pectorales ajenos.

Estaba siendo una mañana tan divertida para ambos amantes que sabían que ya no tenían por qué seguir la vida que estaban teniendo, cada muerte pasada fue causada por un bien mayor, según ellos, por el bien de ambos para tener un futuro sin estorbos en medio, ni gente que pudiese alejarlos.

No llegaron a más esa mañana, sólo besos juguetones pues estaban hambrientos, Stu fue el gran cocinero ese día, disfrutaron entre risas mientras repasaban lo que debían hacer con el cadáver de cierto hombre que había asesinado Billy, el pobre que tocó su puerta, como si fuese lo más normal conversar de ello.

—.. ¿Crees que mejor sería quemarlo? — Dijo Stu con una tostada en la boca masticando apenas.

Billy negó con la cabeza divertido, era tan ¿tonto? a veces.