El Último Tren A Casa - MLP:FIM

- Las Palabras de la Ira -

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Nota de autor: ¡Hola a todos! ¡Aquí estoy devuelta! Disfruten, es algo corto pero intenso.

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- Acto V, Escenario XIV -

Sharp Silk odió los vestidos.

Los odió y, en retrospectiva, no puedo culparlo.

No, Twilight, no puedo culparlo. Independientemente de cuánto corazón pusiéramos en ellos, no fueron una muestra de mis habilidades. Eran simples y elegantes, sí, pero considerando el hecho de que la fecha límite de presentación se había anunciado casi tres semanas antes… bueno… es natural que esperara algo más elaborado.

Me avergoncé cuando los criticó, pero tampoco me sentí muy herida. No había estado buscando trabajo, así que no conseguirlo no me devastaría. Por el momento, no había sido más que una aventura, una apuesta rápida con lo que yo pensaba que era poco en juego.

Y luego lo hizo personal.

Me lo hizo muy personal en el momento en que te trajo en escena.

En el momento en que dijo eso, claramente, pensé que mi «conexión» contigo y Celestia seguramente significaba que estaba convencida de que conseguiría un trabajo en la industria no por mi talento y mérito, sino porque era El Elemento de la Generosidad.

Qué solo porque otros diseñadores aceptaran a alguien por su estatus y no por su talento no significaba que él aceptaría una cara bonita que había tomado a su compañía como una broma al traerle tres chistes como vestidos.

Imagínate si hubiera sabido que la propia Princesa me había ayudado en ellos.

Que, si estuviera verdadera y seriamente dedicada a la industria, habría sabido sobre el puesto vacante en el momento en que se anunció, no un día antes de que finalizara el proceso de examinación.

Que, claramente, no iba en serio, y que un trabajo con la Princesa Celestia no cambiaría el hecho.

Y me dolió. No, eso es mentira. Me devastó que me dijeran tan claramente que soy, bueno, medio... Querida, sé que no lo soy. Lo sé, mi amor, créeme, hasta ahora en el juego, soy muy consciente de que soy francamente fantástica en mi trabajo, pero en ese momento, bueno...

Estaba comenzando, y mientras caminaba de regreso al castillo, con lágrimas en los ojos, sus comentarios me destrozaron. Tenía razón, hasta cierto punto. Si lo hubiera tomado en serio, habría sabido del puesto vacante. Pero, en cambio, mi tiempo libre en Canterlot lo había dedicado casi exclusivamente a ti, mientras... ¡déjame terminar!, lo cual, tardíamente, me di cuenta de que era absolutamente lo correcto.

Cualquier cosa que implique adularte es siempre la elección correcta.

Pero estaba enojada y... y estoy segura de que recuerdas lo que pasó. Aún hoy sigue siendo un recuerdo tan doloroso como vergonzoso.

Incluso ahora, cuando pienso en ello, yo...

Recuerdo haber entrado en mi estudio, indignada y furiosa, y encontrarte allí, luciendo terriblemente cansada pero todavía esperándome con dos tazas de café y esa sonrisa.

Me enojó aún más. Que los ponis pensarían que estabas moviendo los hilos para llevarme a lugares, que mi relación contigo aparentemente estaba contaminando mi carrera con amiguismo, que mi estatus como Elemento de Armonía ensombrecería para siempre mi verdadero talento, y que estas cosas solo empeorarían si tú y yo nos convertimos...