El lago

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Mientras hablaban de quidditch, entraron en el comedor y miraron a su al rededor. La sala estaba casi vacía. Hufflepuff contaba apenas con unos veinte alumnos, todos de cursos inferiores, que leían mientras comían. En Ravenclaw, no eran más de diez alumnos, seis de ellos de quinto y el resto de primero o segundo, posiblemente castigados. Slytherin y Gryffindor eran las más radicales. Mientras que la mesa de los leones estaba completamente vacía (a excepción de Harry y Sophie), en Slytherin solo había cinco alumnos de los primeros cursos (mirando con odio a los de Ravenclaw, lo que hizo suponer a Sophie que realmente estaban castigados a causa de una pelea) y un par de alumnos mayores: Daphne Greengrass charlaba animadamente con un chico de último curso que Sophie no conocía. En una esquina, algo apartado y sin mirar al resto, Draco Malfoy sostenía el tenedor mientras masticaba, no muy encantado con la comida. Ni siquiera vio a Sophie (o la ignoró) cuando ésta entró y se sentó al lado de Harry en la mesa de Gryffindor.

-Malfoy tampoco ha ido a Hogsmeade...-dijo Harry.

-Sí, ¿y?-preguntó Sophie, sin saber hacia donde iba su amigo y sirviéndose un poco de ensalada de huevo.

-Creo que trama algo. Algo relacionado con Vold...

-Harry - le cortó, masticando -. Sé lo que estás pensando pero no tiene sentido. Draco es un malcriado y un cínico arrogante pero ¿un mortífago? Eso son palabras mayores...-Sophie miró a su al rededor, nerviosa por que alguien les escuchara y bajó un poco el tono-. Venga, vayamos a dar una vuelta. Este no es el sitio más indicado para hablar.

Cogiendo un par de sandwiches y algo de beber, se levantaron y comenzaron a caminar hacia el lago. Se sentaron en la orilla, donde nadie podía escucharlos, y retomaron la conversación mientras comían.

-Sophie, sé lo que me digo. El padre de Malfoy es un mortífago, su tía es una mortífaga...

-¿Y qué? Bellatrix también es la tía de Tonks. Y ella no es mortífaga.

-Es diferente, Sophie...

-No, no lo es. Estás acusando a Malfoy de ser mortífago porque su familia lo es.

Harry clavó la mirada en los ojos encendidos de Sophie.

-¿Estás defendiendo a Malfoy?

Sophie se quedó pálida. Sonaba justamente como si estuviera defendiendo a ese maldito.

-Yo... -dijo, intentando defenderse-. ¡No! Es solo que creo que, si lo acusas de algo como eso, deberías tener pruebas.

-Tengo pruebas. Si me dejaras hablar, Sophie, te lo contaría.

La chica guardó silencio, expectante por escuchar las pruebas que tenía su amigo contra Draco.

-Antes de empezar el curso vi a Draco entrar con su madre a Borgin and Burkes. Allí había varios mortífagos. Parecía una especie de reunión.

-¿Eso es todo?-Sophie volvió a arrepentirse de sus palabras, pues nuevamente habían sonado como si intentara defender a Malfoy. Así que dejó que su amigo continuara mientras masticaba, furiosa consigo misma, un pedazo de sándwich.

- El primer día de clase, ¿te acuerdas que aparecí lleno de sangre y que dije que Malfoy me había roto la nariz?-Sophie asintió. Claro que lo recordaba, fue el día que le salvó la vida. Aunque claro, para él ese tipo de aventuras eran plato de todos los días-. Pues me la rompió porque me pilló en su compartimento del tren, espiando sus conversaciones. Le estaba diciendo a los otros Slytherin algo muy raro...

-Harry - le paró su amiga, poniéndole la mano en la boca -. Mira, no defiendo a Malfoy, claramente, pero esto no tiene ningún sentido. Si fuera un mortífago no estaría en Hogwarts. Déjalo ya - dijo. Después le quitó la mano de la boca y la posó en su mejilla-, por favor.

La historia de la serpiente y la leonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora