part- 6

131 7 0
                                    

Cuando desperté de mi sueño solté un suspiro, era solo una ilusión infantil que nunca se cumplió pero que siempre estuvo presente en mi corazón.

Yo siempre imaginé que cuando me casara sería por amor, que cuando estuviera embarazada mi esposo me alzaría en sus brazos y  se pondría a reir de la alegría conmigo, siempre imaginé que me pondría en el suelo lentamente y luego el se arrodillaría y besaría mi vientre.

Pero nada de eso paso, no me case por amor, mi embarazo no fue recibido con besos y risas, solo lágrimas de amargura de mi parte.

Quería solo quedarme acostada y rodearme en mi propia miseria, pero tenía que levantarme, tenía que hacer algo de comer y organizar el desastre que deje ayer.

– Mierda.– Dije al levantarme por todo el dolor que tenía en mis huesos, me dolia la espalda horrores.

Me termine de levantar y organice la habitación, luego me quite la ropa y entre al baño, llene la bañera con agua caliente y luego me metí dentro.

Entonces recordé.

– Papá.... ¿No asistirá a mi día del nacimiento? – Una niña pelinegra pregunta mientras es peinada por su Nana, estaba vestida en un hermoso kimono de seda color marfil y algunos bordados de mariposas en rojo.

– Mi niña Jabel, le voy a dar un consejo..... Más bien le diré un hecho de esta vida que llevamos las mujeres. – La anciana de blancos cabellos mientras seguía peinando su cabello con especial cuidado.

– En un mundo donde los hombres gobiernan.... Las mujeres solo sobreviven, podemos desear, incluso soñar con tener lo que ellos tienen entre ellos, respeto. Pero sucede que a fuera el hombre decide, el hombre ordena, pero la mujer inteligente desde dentro guía al hombre también.

– Muchas esperan que venga un caballero de brillante armadura a salvarlas, eso es solo un cuento de niños, nadie vendrá solo tu puedes salvarte. Algunas cuentan con la suerte de hayar al indicado, mientras que otras vemos desde lejos, en este mundo mi niña Jabel..... Las mujeres derraman lágrimas de sangre y a nadie le importa más que a ellas mismas.

La niña la miro a tra vez del espejo sin entender mucho de lo que dijo, pero asustada porque ella no quería sufrir.

–¿Entonces que hago?

– El poder de la mujer en este mundo está en la casa, luego el hombre ejerce ese poder en las afueras del hogar. Una mujer que tiene contento a su marido, y sabe que caras mostrar con el, que sabe cómo hacer que su voluntad se cumpla sin que ellos lo noten, esa mujer es la que tiene el poder por que supo pensar y usar las cosas a su favor, ¿será más fácil para ella? Claro que no, pero tendrá sus putos de apoyo quitando un poco de peso a sus hombros.

muchos dicen que los hombres son los troncos del hogar, y no se equivocan son los que mas se muestran, pero nosotras las mujeres somos las raíces, si un árbol tiene raíces fuertes no hay viento que lo tumbe, pero si tiene raíces débiles a la primera ventisca caerá, cuando un árbol se queda sin raíces muere.

– Se una raíz mi niña, se una raíz fuerte.

Salí de mis pensamientos al escuchar un ruido fuera de la habitación, con un poco de temor, salí de la bañera y me seque, me vesti con unas vata de baño de forma rápida para ir a ver lo que era.

Al salir de la habitación del baño y luego de la habitación todo estaba en silencio, en la sala de estar no había nadie, así que me acerque a paso lento a la cocina.

Al entrar en ella me encontré con Tobirama sentado en la mesa y con comida caliente en ella, un mechón de cabello mojado cayó en mi frente, y con mi mano lo puse detrás de mi oreja, el me dió una mirada y después la aparto con una mueca impersectible.

tu esposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora