-Chris...¿Te veré en el altar?- tenía miedo de que después de esto se arrepintiera y me dejara plantada.
-¿Me amas, Allison?
-Más de lo que te puedes imaginar- suspiré intentando no soltarme a llorar -¿Tú me amas?
-Más que a mí propia vida- acarició con suavidad mis nudillos -Te veré en un momento, amor- sentí sus labios sobre el dorso de mi mano antes de que saliera de la habitación.
Confiaba en él y en qué me estaría esperando al final del corredor, pero aún tenía miedo de que se arrepintiera por lo que le había dicho. Lo pensé miles de veces mientras Scott me traía hacia aquí ¿Será buena idea decirle? ¿Y si lo pongo nervioso y se arrepiente? Debo decirle, no puedo empezar así mi matrimonio y si él decide irse, entonces mi madre tendrá razón y solo se quedó conmigo por mero compromiso.
Mi corazón me gritaba que él estaría ahí, pero mi cerebro empezaba a prepararse para la posibilidad de que me dejara y que todo esto se fuera al caño.
El reloj marcó las 3:55 PM, fue entonces cuando Miranda dijo que todo estaba listo y era hora de salir con rumbo a la iglesia. Tomé mi ramo y salí de la habitación detrás de todo mi cortejo, mi madre no estaba por ningún lado.
Llegamos a la iglesia y entré a la pequeña recepción donde mi papá ya me estaba esperando.
-¿Tú piensas igual que mamá?- fue lo primero que pregunté en cuanto él se acercó a mí.
-Creo que es...mayor y puede que no sea exactamente lo que quería para ti, pero si tú eres feliz y estás segura de esto, yo estoy contigo- sonrió palmeando suavemente mi mano.
Sonreí un poco más contenta, al menos mi papá estaba de mi lado.
A unos pasos de mí, Miranda terminaba de darle indicaciones a mis damas y a los padrinos de Chris para que en cuanto las puertas de la iglesia se abrieran empezaran a desfilar por el pasillo.
Acomodé por última vez mi vestido y tomé a mi papá del brazo. La música comenzó a sonar y las puertas de abrieron.
Por el pasillo, frente a mí, caminaban: Ana junto a Sebastian; las hermanas de Chris, que en cuestión de minutos serían oficialmente mis cuñadas, acompañadas por Scott y mi hermano y por último, Miranda.
Mi sobrino estaba a unos metros de mí, se veía precioso cargando los anillos y justo detrás iba mi sobrina empujando el carrito con mi bebé dentro, lanzando pétalos de flores a lo largo del corredor por el que estaba a punto de caminar.
Sentí un apretón en el estómago mientras la música sonaba y mis damas caminaban por el pasillo, estaba sumamente nerviosa.
-Había olvidado decirte lo hermosa que te ves- papá me sonrió mientras apretaba mi mano.
-Gracias- sonreí logrando distraerme de mis angustiosos pensamientos.
-Ya quita esa cara de susto, si él no está ahí fingiré un ataque cardíaco para desviar la atención.
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No me digas que me amas
ChickLitCuando Allison, una decoradora de interiores y Chris, un abogado, se encuentran esa noche en el bar jamás habrían pensado que terminarían unidos de por vida por cosa de un par de horas. ¿Podrá Allison hacer un espacio en su corazón para Chris? ¿Dej...