LUFFY
La mano de Law subía y bajaba por toda la extensión de su miembro, sin siquiera darle una pausa para respirar adecuadamente, moliéndolo con desesperación. Para Luffy era demasiado siendo que él rara vez se masturbaba o tenía sexo. Su amiguito no estaba preparado para tal brusquedad de un rato a otro. Era natural que en poco tiempo ya sintiera como el orgasmo se iba construyendo desde su vientre bajo.
– Tienes una bonita polla. – Susurró Torao a su oído. Luffy soltó un jadeo. Las palabras sucias que el otro alfa continuaba diciendo se sentían extrañamente excitantes. Era raro, porque Torao solía ser callado, en cambio ahora que estaban envueltos en esta bruma erótica, parecía un jodido loro pervertido.
El pelinegro le soltó al fin las manos, y Luffy de inmediato las dirigió hacia la parte trasera de la cabeza contraria para besarlo. Si lo callaba un poco tal vez Luffy volvería a tener el control. Aún no renunciaba a ser el de arriba. Algo sobre tener a Law a su disposición y temblando de placer hacía que otra oleada de excitación hiciera palpitar más su verga.
Con esa idea y reuniendo toda la fuerza que pudo, empujó a Law sobre su espalda y se subió encima. Palpó el duro miembro antes de sacarlo del pantalón de Torao. La imagen de sus dos penes erguidos uno encima del otro era fascinante. Ambos eran de gran tamaño, característica común en los hombres alfas.
Luffy sonrió.
– Prepárate, te dije que sería el de arriba. – Dijo con voz ronca.
Law no dijo nada, y con una sonrisa de lado dejó que Luffy juntara ambos miembros y comenzara a masturbarlos juntos.
Se sentía bien, demasiado bien. Luffy no quería correrse demasiado pronto, pero parecía misión imposible. El hecho de que los dos fueran de la misma casta y enemigos, toda esa situación hacía que se sintiera como algo prohibido. Y quizás, ese pensamiento hizo que Luffy estuviera extremadamente sensible, excitado sobremanera. Aún cuando toda la habitación apestaba a feromonas alfa, no le asqueó en lo absoluto.
Juntó ambos glandes húmedos y los frotó. Escuchó que Law comenzaba a soltar gruñidos, más las sensaciones eran tan intensas que no pudo concentrarse en nada más que su mano sobre las dos pollas. No le costó mucho correrse después de unos minutos.
Respiró de forma errática. Fue demasiado, mierda. Echó la cabeza hacia atrás y suspiró. Una vez que se calmó, regresó su vista hacia Torao.
Su maldita cosa se veía igual de dura que antes.
– Me toca divertirme. – Escuchó a Law. De repente, la mano del pelinegro bajó del todo sus pantalones cortos para dejar al descubierto su trasero.
Alarmas sonaron por toda su cabeza.
– Detent...– Se quedó en silencio cuando sintió como los dedos del cirujano acariciaban su entrada. No sabía como llamarlo, ¿escalofrío? ¿cosquillas? Lo que sea que fuera le recorrió toda la espina dorsal. No se movió, incluso si sabía las intenciones del alfa. Un debate intenso comenzó en sus adentros. Su alfa le dijo que no, no podían estar deseando que el hombre debajo los llevara a donde quería.
Y fue entonces que Luffy descubrió que su alfa debía ser igual de raro que él, porque encontró que lo deseaba muchísimo, solo que era consciente de que estaba mal. Pero dejarse hacer algo por alguien al que quería no significaba que se fuera a dejar dominar.
Maldita sea, podía recibir por el culo y seguir siendo el capitán de su barco. Incluso si minutos atrás quería enterrar la verga dentro de Law, no le importaba ser el primero en probar la experiencia. Otro día definitivamente se follaría a ese alfa testarudo.
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Entre Alfas (LAWLU)
Short StoryLaw es un alfa, Luffy es un alfa. Es un gran problema cuando los dos quieren dominarse el uno al otro y simplemente no pueden porque sus feromonas chocan. Entre el amor que ellos se tienen y la repulsión que sienten entre sus castas, ¿qué ganará? H...