No, no podían levantar la mirada aún cuando fuesen demonios, en el infierno había jerarquías y autoridades que respetar y ellos eran insignificantes al lado de otros. Minho escuchó como las pisadas de aquella entidad se arrastraron sobre el suelo hasta que posó su "figura" sobre un gran trono, si no fueran tan buenos en su esencia de íncubo ni siquiera tendrían la oportunidad de estar ahora a punto de recibir consejos de Rosier, príncipe de la segunda jerarquía, demonio que abre el camino al amor impuro y placer pecaminoso. En otras palabras, rey de los íncubos y las súcubos.
- Su majestad- murmuró Hyunjin.- he traído ante usted a Minho tal como me lo dijeron sus mensajeros.
Rosier observó a sus "hijos" en completo silencio hasta que una sonrisa se dibujó en su macabro rostro. Si el gran Asmodeo no podía estar, él debía encargarse.
- ¿A qué se debe el honor, mi señor?- Minho habló mirando la sombra de aquel ser en el suelo, podía divisar unos cuernos y alas de gran longitud. ¡Vaya, ni siquiera ellos conocían la verdadera apariencia de Rosier u otro demonio de alto rango ¡Ni que decir del gran Satanás!- Los íncubos y súcubos por lo general son de un aspecto horrible y deben transformarse en la tierra de los humanos para conseguir lo que quieren, solo unos pocos como ustedes gozan de una apariencia naturalmente hermosa... siéntanse con ventaja, ustedes tienen mayor probabilidad para matar a alguien.
Hyunjin esbozaría una sonrisa por el "cumplido" del gran Rosier puesto que sabía que habían sido afortunados al ser dotados con belleza natural, pero no se encontraba en el lugar y momento adecuado. Esto era el infierno, el hogar natural del mal, la pesadilla humana, la cuna del horror.
Minho, por su parte frunció el ceño. ¿Por qué había sido llamado?
- Atacar a una mierda seguidora de Dios es nuestra fascinación, no todos los demonios cuentan con el poder de hacerlo en territorio hostil- murmuraba con la voz distorsionada y grave, era su esencia- ¿Colegio católico? me gusta tu nueva jugada Minho ¿Serás capaz de robar esa energía y asesinar cuando ellos viven haciendo plegarias, misas y todo ese tipo de cosas que aborrecemos?
¿Sería capaz? Para Minho no era fácil lo que se había propuesto, cuando a los ojos de los estudiantes él lucía como un profesor autoritario y fuerte, para él estar dentro de un ambiente religioso era detestable. Le ardía cada parte de su endemoniado cuerpo y se sentía volátil, la única forma de protegerse era usando una cadena de plata especial que además ayudaba a mantener oculto su aspecto real, aquel donde no usaba ropa alguna, donde sus enormes alas negras llegaban hasta el suelo y sus ojos eran de color rojo.
Miró sus dedos sostener la tierra húmeda.
- Soy capaz, mi señor... estoy protegido, aunque requiero suficiente energía para llevar a cabo todo esto, aún no creo tener el suficiente poder para entrar a una iglesia.
El gran demonio Rosier se paró de su trono y empezó a arrastrar sus pies alrededor de aquellos dos demonios. Eran de la raza de íncubos y súcubos privilegiada, eran hermosos, eran los favoritos.
- ¿Crees que si no me importaran no los habría llamado?- su risa podía acabar con la esperanza de cualquier humano si llegase a escucharla, pero para ellos solo era algo "normal" e incluso gratificante- bien sabrán que los íncubos y las súcubos tienen distintas técnicas para joderse a los humanos- ninguno de los dos dijo algo, las llamas crepitaban en todas partes esparciendo algo de luz en un ambiente tétrico- pero tú, Minho, estás entrando en territorio hostil... evalúa tu forma de querer joderte a esos niños de la escuela, los religiosos siempre tienen más barreras que romper.
Como una niebla negra se desplazaron hacia donde sabían que se encontraba la entidad que querían enfrentar, aquel demonio que había interferido en los planes, aquel que poseyó a un niño para golpear sin razón aparente a Seungmin.
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LA OBSESIÓN DEL DEMONIO IIKnowminII
Fanfic[ADAPTACIÓN] ☆ "¿Puede un demonio íncubo caer por un simple hombre?" Todos los créditos de esta historia son para @Trinidad Victoria