Capítulo 9

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Antes de iniciar, si bien algunos datos son verídicos, no son canon en la historia de la serie ni del mundo real y posiblemente otros sean cambiados por comodidad, cualquier coincidencia con la realidad es mera casualidad

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Antes de iniciar, si bien algunos datos son verídicos, no son canon en la historia de la serie ni del mundo real y posiblemente otros sean cambiados por comodidad, cualquier coincidencia con la realidad es mera casualidad.  

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Año 1875, República de Kenia, Embu.

Los gritos de una mujer dando a luz se escuchaban por todo el lugar para después dar lugar al llanto de una pequeña bebé. —Tu nombre será Addae, mi pequeño sol.—la señora muy cariñosa le dio un pequeño beso a su recién nacida bebé.

Pasaron los años y la pequeña crecía en un ambiente tranquilo y lleno de amor, que a pesar de no gozar de grandes fortunas o un padre, todos los días agradecía a su dios por la bendición de haber nacido y así siguió su vida, hasta su cumpleaños número 15; los gritos de la gente la despertó esa madrugada, fue hacia el cuarto de su madre que también iba despertando por los gritos, alterada salió a revisar de que se trataba pero tan pronto salió del lugar, volvió a entrar a su vivienda.

—¡Toma el dinero Addae, tenemos que huir!

La joven sin saber muy bien que pasaba, obedeció a su madre y rápidamente corrió a su habitación, tomo el dinero y volvió a regresar con su madre, pero lamentablemente antes de que pudiera siquiera decirle algo, un señor entro al lugar y le cortó la garganta a su madre frente a ella. Aturdida, cayó al piso, aprovechando esto el hombre que entro, la tomo del brazo y la levanto con brusquedad.

Addae era muy conocida en el pueblo por su característica personalidad, a donde sea que llegará siempre alegraba el día de los demás con su amabilidad y bella risa, era una joven muy hermosa, tanto así que a pesar de su corta edad, ya tenía varias propuestas de matrimonio, las cuales la madre se encargaba de rechazar. —Mi hija decidirá con quien casarse cuando sea toda una mujercita.—decía muy orgullosa su madre.

Lástima que ese día nunca llegará. Los días pasaron y seguía sin saber a donde se dirigía, los hombres que habían invadido su pueblo y secuestrado a las jóvenes del lugar las hacían caminar por largos periodos, con muy poca comida y agua, sólo les permitían dormir dos horas para continuar caminando. Hasta que un día por fin habían llegado a un puerto, ¿Qué lugar era? No lo sabía y nunca lo sabrá y ni le interesaba huir; durante el trayecto dos jovencitas, entre ellas su mejor amiga, trataron de escapar, ¿Su destino? La muerte segura; pero a pesar de los malos tratos, la fe que tenía en que alguien llegaría para salvarla no se perdía.

Nuevamente pasaron los días en aquel puerto, no sabía cuantos días habían pasado desde que su madre murió... Ahora que lo recuerda, ni siquiera pudo llorarle o darle una sepultura digna, después de todo su madre había sido una mujer ejemplar, pero estaba tan cansada mental y físicamente que no tenía ánimos ni de respirar, ¿Si quiera alguien los tendría? Los pasos de varios hombres se escuchaban acercarse. —¡Rápido, levántense perras, un hombre muy importante del otro lado del mundo vendrá para comprar "joyas"!

¿Qué jodidos es un doncel? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora