Comienzo

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03:00 a.m.

   - El clima no para de variar estos últimos meses, ¿eh? – comento un viejo a mi lado, con un chaleco café que debería tener al menos diez años aguantándole y una dentadura falsa correspondiente a su edad, calcule... 75 años, ¿Tal vez?

   - Disculpe, pero no busco una conversación. – zanje. No había venido aquí a hablar de igual manera.

Me encontraba en un pequeño bar cerca de casa de mi esposa; solíamos venir aquí con mi hijo cuando el solo tenía 5 años, vengo cada mes, un hombre puede correr con la suerte.

   - Tienes un serio problema con la gente Jack, o, al menos eso dicen en el pueblo, eres obstinado y por supuesto has cambiado mucho desde la desaparición de tu mujer y tu hi...

No dije nada, tomé mi abrigo sin dirigirle la mirada y salí por la misma puerta por la que había entrado veinte minutos antes.

Salí de allí, encendí un cigarrillo mientras caminaba, no pensaba en nada, caminaba, sin saber siquiera porque me había ido, la verdad, es que, a mi deshonra, era diciembre por lo que el clima estaba más frío de lo que cualquier hombre podría soportar. Mire la nieve bajo mis pies tratando de concentrarme en no pensar en mi familia, sin embargo, el teléfono sonó.

   - Brock – respondí, mientras le daba otra calada al cigarrillo. -

   - ¿Detective Brock? Hemos encontrado a Marie... su esposa. - Eso fue o yo lo sentí como un paro en el tiempo, el teléfono resbalo de mis manos, respirar empezaba a volverse pesado y en mi pecho se sentía un peso el cual yo no podía liberar. Mire al suelo, aun afligido, cogí el teléfono entre mis manos y lo único que logre decir fue:

   - Voy de camino. – no dije más, no podía, sin embargo, entre nosotros y ahora mirando todo en retrospectiva, desearía no haber recibido esa llamada jamás.

Jack Brock Donde viven las historias. Descúbrelo ahora