Prólogo

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Me he preparado para esta ocasión desde que ingresé al instituto. Anhelaba con ansias que llegara este momento: MÍ momento. No dormí bien esta noche, ha de ser por lo nerviosa que me encuentro. No puedo colocarme mis auriculares, arruinaría mi imagen profesional, que por cierto no se ve para nada mal esta mañana. Trato de sonreír y de respirar pausadamente, siento todo mi cuerpo sudar por dentro, pero intento mostrarme lo más serena posible, y lo logro bien; no es la primera vez que me siento bajo presión, de eso se ha tratado lo que llevo de vida, no se me dificulta controlar los nervios. Pienso muy tranquila mis palabras, esas que ensayé antier frente al espejo con mi bonita pijamas de puntos negros.

—¿Señorira Gray?- al escuchar eso me sobresalto un poco, pero miro atentamente a la chica que me habla. —Ya casi es su turno, por favor aguarde unos minutos, están buscando al gerente porque él personalmente solicitó entrevistarla- dice con una sonrisa bastante amable, yo solo asiento lentamente y le devuelvo la sonrisa.

Veo a un tipo atractivo entrar al despacho, usa un traje bastante peculiar, aunque no logré verle el rostro. De pronto la chica se levanta de su asiento de recepcionista y me pide que entre por la misma puerta del caballero que yo estaba mirando.

Respiro lentamente una última vez, me levanto y tomo mi bolso de mano para dirigirme a la puerta.

Al abrirla, nuestros ojos se cruzan en una mirada bastante asesina.

No.
Puede.
Ser.

(Maldita sea, ¿es en serio?) —me dije para mí misma.

—Hola. Cierra la puerta.

(Sí, es en serio. Demuéstrale quién eres ahora, sé fuerte. Tú puedes.. ¿Qué ibas a decir inicialmente? Carajo! Ya se me olvidó todo..)

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Algunas cosas no salen como las planeas.
Está historia es la prueba de eso.
Disfruta la lectura, recuerda hidratarte.

-Eisel

Gray [en curso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora