Bajo la luna y las estrellas (Tsukishima Kei)

Capítulo 1: El segundo primer día

[Flashback]

Podía escuchar la discusión de mis padres desde mi cuarto, era normal que discutieran pero esta vez no parecía como las anteriores. No podía seguir escuchando las cosas que se gritaban y Hajime no estaba para detener la discusión como siempre hacía antes de que se fueran de control. Tapé mi cabeza con la almohada para amortiguar los gritos, y con una presión en mi pecho que parecia crecer hasta hacer un nudo en mi garganta intenté dormirme.

—¡No puedo creer que me hayas dejado por esa zorra, eres un mentiroso despreciable!

—Lo siento, pero esto no es solo mi culpa. Tú también tienes tu parte de la responsabilidad en nuestra relación.

—¡No me vengas con excusas baratas! Tú fuiste quien rompió nuestra confianza, ¿cómo puedo siquiera mirarte a la cara ahora? Sabiendo que tienes un hogar y dos hijos que mantener.

—Bien, si no puedes superarlo, entonces tal vez deberíamos poner fin a esto de una vez por todas.

—¡Eres un idiota!. No pienso compartir un segundo más de mi vida a tu lado.

—Entiendo, pero quiero que resuelvas donde vas a vivir de ahora en adelante. En una semana quiero que te vayas, si es antes mejor. Y otra cosa, Hajime va a quedarse conmigo.

—¿Qué tienes metido en la cabeza? eso solamente lo va a decidir él, y si no quiere no puedes obligarlo a nada.

En ese momento Sato se abalanza sobre Kaori, tomándola fuertemente del antebrazo y levantándola del mismo.

—¡Eres una molestia mujer! Ya no quiero escucharte más, y será mejor que te comuniques de una vez con la vieja de tu madre.

—¡Suéltame, me lastimas!— Gritó Kaori.

Al instante se escucha un fuerte estruendo en la puerta principal, Hajime había ingresado a la casa lo más rápido que pudo.

—¿¡Qué le haces a mamá!? ¡Suéltala ahora o te mato!— Hajime se lanzó sobre su padre para apartarla de Kaori.

—No puedo creer que hayas llegado al extremo del maltrato físico ante mamá. ¡Eres un cobarde!

—Como sea.— dijo Sato antes de abandonar la habitación para irse en el auto a quien sabe donde.

—¿Estás bien mamá?— Kaori se encontraba llorando desconsoladamente ante la situación.

—Tenemos que hablar hijo— Dijo Kaori entre sollozos.

Cuando los gritos cesaron escuché unos golpes en mi puerta y la voz quebrada de mi madre preguntando si podía entrar a mi cuarto. Abrió la puerta aún con sus manos temblorosas y se sentó en el borde de mi cama, pude notar sus ojos hinchados y su voz nerviosa, pero ella seguía intentando mantener su sonrisa débil para no preocuparme.

—Mizuki... nos vamos a mudar a Miyagi con tus abuelos, tu padre ya no nos quiere aquí.— Intenté mantenerme calmada pero mi voz salió quebrada al oír esto.

—Pero, Hajime se irá con nosotras, ¿verdad?– Mi madre al oír mi pregunta bajó su cabeza.

—No, él se quedará con tu padre aquí. No quiere dejarlo solo, además no hay suficiente espacio para los tres en la casa de tus abuelos. Hasta que no consigamos un lugar más grande no vivirá con nosotras.

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