ASHKALY: en búsqueda de la verdad

Capítulo 57. Confesión

- Hola linda ¿Cómo te sientes? – Me preguntó Aylin

- Estoy bien ¿Todo está bien? En el festival se escucharon unas detonaciones

- Fueron unos adolescentes haciendo travesuras, estaban jugando a arrojar piedras de una montaña y bueno, se derrumbó – hizo una pausa – Estábamos muy preocupados por ti, de no ser por Asth no sabemos que pudo haber pasado – Recién había cobrado el conocimiento, según lo que me dijeron los médicos era que había tragado mucha agua y se les hizo difícil sacarlo ya que nunca habían atendido a alguien que le pasara lo mismo, y era de entender, después de todo ninguna sirena puede ahogarse. En el tiempo que estuve recuperándome solo había recibido las visitas de Aylin, Damian y Ban, no había rastro de Asth por ningún lado

- ¿Él se encuentra bien? ¿Está herido?

- Solo unos cuantos rasguños, nada grave. Se me hace raro que aún no esté aquí, desde que te trajo se la ha pasado cuidándote y justo cuando despiertas él no viene, que irónico

- ¿Asth ha estado aquí todo el tiempo? – Aylin sonrió mientras asentía

- Si no me lo hubieran negado ustedes, diría que están enamorados – soltó a reírse – No recuerdo cuando fue la última vez que Asth se preocupara tanto, creo que le agradas mucho y eso me hace feliz. Recuerdo cómo se la pasaban peleando cuando recién llegaste – No pude evitar reír

- También lo recuerdo, me parecía alguien tan egocéntrico – hice una pequeña pausa - ¿Crees que le puedas pedir que venga?

Aylin no tardó mucho en marcharse, me dijo que tenía algo que contarme pero que me lo diría otro día ya que quería que hoy me la pasara acostada descansando y le hice caso, ese día no salí de la habitación, durante el transcurso del día recibí las vistitas de Ban junto con Damian, incluso de la reina regente, era la primera vez que la conocía y me daba pena haberlo hecho estando desalineada, sin embargo ella fue muy amable y le ordenó a su gente que me llevaran la comida hasta la habitación para que no fuera necesario que saliera. Cada vez que alguien tocaba la puerta de mi habitación me levantaba para abrir, deseando que fuera Asth, pero él nunca apareció o al menos no cuando lo esperé.

Era casi la media noche cuando tocaron a mi puerta, fue un golpe tan tenue que casi no lo escuchaba, incluso no pensaba levantarme pero terminé abriendo, era Asth, lo miré tratando de descifrar algo, pero su expresión parecía no reflejar nada.

- Aylin me dijo que querías verme – finalmente rompió el silencio, creí que iba a preguntarme cómo estaba, pero no agregó nada más. Incluso su voz sonaba extraña, era igual a la forma seca en cómo me hablaba cuando recién nos conocimos

- Ah sí, solo quería agradecerte por haberme salvado y por haber cuidado de mí – me sentía rara, sentía claramente una tensión en el ambiente que me incomodaba, para tratar de calmar mis nervios hice un nudo con las tiras de mi bata de dormir

- Si eso es todo, entonces me iré

- ¿Qué te sucede? – Asth se detuvo y me miró – Creí que estábamos bien, que éramos amigos, pero desde Pandora has cambiado ¿hice algo que te molestó? Te la has pasado tratándome como solías hacerlo cuando llegué a Ashkaly y es tan frustrante – le espeté, creí que iba a hablarlo con calma, pero entre más hablaba iba aumentando mi frustración y enojo - ¿Por qué te compartas así?

- ¡Porque estaba preocupado! – Interrumpió mis palabras, pero cuando oí lo que dijo me quedé muda – Desde que nos conocimos te la has pasado metiéndote en problemas y poniéndote en peligro y eso hace que quiera protegerte. No sé desde cuándo comenzó, pero ahora cada instante que no te tengo cerca, que no puedo verte, me hace preguntarme dónde estás y me vuelve loco pensar que algo te pudiera suceder. Y si me comporté de esa manera es porque tenía miedo – Miró al suelo y después clavó su mirada en la mía – Miedo de que no pudiera protegerte, de perderte, miedo de que te dieras cuenta que me gustas y que te alejaras. No quería que te sintieras abrumada por lo que siento, sé lo mal que estabas por Damian y no quería agobiarte con mis sentimientos. Lamento que no pueda seguir ocultándolo

Por primera vez en mucho tiempo Asth se había abierto y me había dicho con toda la sinceridad del mundo lo que ocurría, y la verdad no me lo esperaba para nada, nunca creí que Asth podría quererme de esa manera. Cuando terminó de hablar quise decirle algo, pero no salieron palabras de mi boca.

- Entonces, ahora sí me marcharé. Buenas noches – Dijo Asth y comenzó a alejarse

Me quedé parada en la puerta de mi habitación viendo como Asth se alejaba del pasillo y pensando en lo que acababa de ocurrir, reaccioné demasiado tarde, salí de mi habitación y me asomé tratando de verlo, pero él ya se había marchado. Traté de alcanzarlo pero me quedé parada a medio pasillo, lo mejor era volver a la cama y dormir.