Abrí los ojos y vi al líder de la facción observándome atentamente, miré a mi alrededor y vi que me encontraba sentada en una especie de silla sujetada del cuerpo, de las piernas y brazos, hice el intento por soltarme pero fue en vano.
- Eres igual a tu madre, una mujer fuerte y empoderada – rio y al instante lo miré – Cuando eras tan solo una niña eras el retrato de tu madre, es una lástima que ahora te parezcas más a mi lamentable hermano
- ¿Hermano? – Al decir esas palabras varios recuerdos de mi pasado vinieron a mi mente como un torbellino, solté un quejido mientras intentaba zafarme
- ¿Ya lo recuerdas querida sobrina? – negué con la cabeza, era imposible pensar que esta persona sea familiar mío - ¿Recuerdas cómo me dejaste aquí atrapado? Pasé días sin una sola gota de agua ni comida ¡días! – Comenzó a acercarse a mí – Y cuando creí que era mi final, miré hacia el cielo y vi la sombra de quien se convertiría en mi salvador, Zack era su nombre.
Zack era un residente de Hikma, alguien con sed de conocer los secretos del mundo, tanto era su ambición que comenzó a utilizar artes oscuras pero cuando lo descubrieron lo echaron de la ciudad de la sabiduría. Él me encontró moribundo, se apiadó de mí, me ayudó y me dio un techo. Me contó que su plan era convertirse en un Liche y lo único que le faltaba era alcanzar la inmortalidad.
Cuando me contó los secretos de este lugar y cómo funcionaba todo, quedé cautivado y por primera vez en la vida sentí que había encontrado un sentido de pertenencia. Me volví su ayudante y juntos comenzamos a buscar por toda la tierra algo para la inmortalidad y en el trascurso, Zack comenzó a instruirme, sin embargo, como no pertenecía a Ashkaly nunca pude convocar un hechizo. Los años pasaron y Zack creyó que la mejor manera para encontrar una pista era que me integrara a la facción ¿pero cómo lo iba a lograr si era un simple humano? Pues al parecer era fácil, si hacíamos un ritual para transpolar mi sangre con la de un residente de Ashkaly podía hacerme pasar por uno de ellos, y lo mejor, podría hacer hechizos ¿sabes cómo lo hicimos?
- Eres un monstruo – le espeté
- Matamos a un ogro y después a un elfo, a un hada y así sucesivamente cada vez que el efecto del ritual desaparecía, para ese entonces yo ya me había convertido en un gran guerrero y ascendí rápidamente hasta ser la mano derecha del aquel entonces líder. Pero me di cuenta que entre más pasaba el tiempo más rápido me debilitaba, Zack dijo que era porque utilizábamos residentes comunes, especies débiles por naturaleza, que necesitábamos algo más fuerte y solo había dos opciones, los elementales y los Daemon.
Sin embargo, extrañamente les tenía un afecto a estos últimos, porque cuando viajaba seguido contigo, ellos me recibieron con los brazos abiertos, así que opté por los elementales. Sin embargo, antes de que pudiéramos llegar a ellos, en una ocasión los vi paseando libremente por Ashkaly, a tus padres y a ti. Se veían muy felices, como si nunca les hubiera afectado mi desaparición. Por mi rostro Zack se dio cuenta y terminé contándole de ustedes, y cuando le hablé de ti, su mirada pareció cobrar vida, una niña que abre portales no se supone que debe existir ¿y si ella era la clave para alcanzar la inmortalidad? Te buscamos en varios lugares, incluso hechizamos a varios residentes para hacer un caos en varios lugares haber sí así salían de su escondite, pero parecía que te habías esfumado, hasta que finalmente escuchamos de una niña peculiar en la tribu niebla, así que con un poco de manipulación de la facción fuimos a atacarla, pudimos matar a unos cuantos, pero ustedes huyeron del lugar.
Nuevamente no supimos de ti y para ese entonces algo dentro de mí ya codiciaba ser el líder, ya que cuando coordiné el ataque de la tribu niebla me sentí muy bien dando órdenes, así que terminé deshaciéndome del líder y por lo tanto me quedé con su puesto. Nadie sospechaba y quien lo hacía, también era eliminado. Cuando finalmente tuve el mando y control sobre todos, fue más fácil dar contigo, claro que debió pasar dos años para eso, y ahí estaban, escondidos como ratas.
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ASHKALY: en búsqueda de la verdad
RomanceMilena es una huérfana que a menudo se sentía como si no perteneciera a ningún lado. Sin embargo cuando conoce a un chico que la lleva a Ashkaly, una dimensión alterna donde viven seres míticos, se da cuenta que su lugar siempre fue ahí, y que tal v...