Capítulo 64. Choque de espadas

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Cuando vi que el oficial alzó nuevamente su espada cerré los ojos fuertemente, deseando que todo esto solo se tratara de un mal sueño. A lo lejos se escuchó un grito, más que un grito pareció un aviso y después se escuchó un fuerte estruendo, como el sonido de varias bombas siendo detonadas a la vez en la capital. Claramente pude escuchar a la gente gritar temerosa y poco después los vidrios de la sede de la facción se quebraron, abrí los ojos y todo pareció ser muy rápido.

De las altas ventanas de la facción salieron varias cuerdas y de ellas algunos guerreros, incluso la puerta principal se abrió de donde apareció Damian y Ban, él a toda prisa se enfrentó con el verdugo, impidiendo así que lastimaran a Aylin. Mientras que Ban intentaba liberar a los demás Damian lo protegía. La sala se comenzó a volver un caos con guerreros luchando entre sí y de la nada comenzaron a salir más hombres de Víctor, quienes comenzaron a formar un medio circulo rodeándonos.

- ¡No dejen que se acerquen! – ordenó el líder y se acercó a mí, tomó uno de mis brazos y lo extendió en dirección donde se encontraba el ópalo, sacó un pequeño cuchillo y me hizo un corte en la muñeca, grité de dolor. Al momento que mi sangre tocó el suelo, las runas dibujadas comenzaron a iluminarse y el brazalete en el suelo comenzó a tambalearse, mientras que el ópalo comenzó a brillar.

El líder de la facción comenzó a recitar palabras en una lengua extraña, claramente vi como del ópalo emanaba algo parecido a humo de color celeste y cómo este humo bajaba hasta el suelo mientras se arremolinaba alrededor de las runas. Comencé a sentir un dolor que jamás había experimentado. Las venas de mi brazo comenzaron a tornarse de un color azul celeste y este color comenzó a pintar todo mi torrente sanguíneo hasta que llegó a mi pecho que al igual que el ópalo se iluminó.

- ¡Funciona! – gritó el líder pero su voz quedó mezclada con el sonido de un pitido que sonaba cada vez más rápido y cuando dejó de sonar algo explotó y emergió humo. Se escucharon varios gritos de guerra, así como el sonido de espadas chocando entre sí. La barrera humana que habían creado los hombres del líder había sido desecha y entre la multitud apareció Aylin junto con Ban, quienes al unísono se abalanzaron contra el líder y comenzaron a luchar fervientemente

- ¡Mili! – Mientras que Aylin y Ban estaban distrayendo al líder, Damian se había acercado a mí – Te sacaremos de aquí – Intentó cortar con su espada las cuerdas que me sujetaban, incluso convocó varios hechizos pero nada parecía funcionar

- Damian ¿dónde está Asth?

- Creí que estaría aquí, desde que llegamos no lo he visto – Damian había sacado un pequeño pañuelo de su bolsillo y me lo había enredado alrededor de la muñeca para evitar que saliera más sangre

- ¿Cómo supiste?

- Ban me lo contó, no vas a creerlo él – Antes de que pudiera terminar la frase el líder lo golpeó arrojándolo lejos, miré en dirección hacia los demás y vi a Aylin herida mientras que Ban la sostenía entre sus brazos también mal herido.

Damian se levantó apresuradamente y se puso en defensa mientras que el líder se acercaba a él lanzando hechizos, nunca había visto ningún hechizo parecido, eran increíblemente fuertes, normalmente para convocar hechizos de ataque se requiere de pausas entre hechizo, pero el líder convocaba uno tras otro sin parar. Ahí comprendí que estaba utilizando hechizos de arte oscuro. Damian no podía ni siquiera levantarse o defenderse, cuando el líder estaba solo a pasos de distancia de él lanzó otro hechizo que hizo que su espada saliera volando.

- Ya me cansé de ustedes – Víctor hizo un movimiento con su mano haciendo que el brazo de Damian comenzara a retorcerse mientras este gritaba de dolor, cuando se escuchó un pequeño crujido Víctor dejó de hacerle daño y se volvió hacia mí – Entiende que nadie podrá ayudarte – tomó mi rostro con su mano mientras la oprimía fuertemente y escuchaba más pisadas llegar a la sala, habían llegado más hombre del líder y a este paso perderíamos

- Si fuera tú, la soltaba ahora mismo – Dijo Ban. Sonaron varios cuernos de guerra y al instante reconocí el sonido, era el llamado de los miembros de la rebelión. De todas las puertas salieron varios uniformados que rodearon a todos mientras apuntaban con sus lanzas y de en medio de ellos se dejó ver una gran sombra

- ¿Asth? 

ASHKALY: en búsqueda de la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora