VII. Verdad

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Al aceptar la tarjeta el mortal hacia un pacto con el demonio. Sin saberlo, un círculo invisible se pintaba en la muñeca de la mano que la recibió. Nadie de los presentes analizó está pequeña acción, para todos era una criatura adorable adiestrada, solo Inoue empezó a creer que ese diminuto animal, era muy extraño, especial, demasiado inteligente. Haschwalt se admiro de la belleza del pedazo de papel, así como los detalles y la exquisita tipografía.

- ¡Es tan linda como tú, señorita Inoue! - exclamó admirado el rubio

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- ¡Es tan linda como tú, señorita Inoue! - exclamó admirado el rubio

El astuto demonio voló a la mano de la capitana y le dio una tarjeta.

- ¡Son tan bonitas! Tienen tu nombre, número y mis datos ¡Qué conciderada...! Sin saber nuestro... Hmp, problema pensaste en ayudarnos... - dijo Bambinetta

- ¡He! Gracias por el elogio... Y siempre me gusta ayudar... - dijo aún confundida la pelirroja

- Además, haz adiestrado en muy poco tiempo a este pequeño... - dijo la de ojos violeta acariciando a Ciffer

- ¡Ho! ¡Es tan inteligente! - exclamó Meninas

- Sí, es muy inteligente... - dijo la bióloga

Empezó a sospechar que su pequeña "mascota", era más que solo un murciélago.

- Tengo que ir a una práctica en otra escuela. Me invitaron por ser de los mejores del país... Las esperó... - dijo el rubio

Entonces llegó el bateador.

- ¿Tú también haz venido Juran? - preguntó el pelirosa

El listo diablillo voló a la punta del bate del recién llegado y le ofreció dulce una tarjeta.

- ¿Hmp? ¿Una tarjeta de presentación de las porristas? Y entregadas por una bola de pelos blanca... Es muy creativo... - dijo el beisbolista acariciando a Ciffer

Sujetó el papel, por lo que ahora el vampiro también tenía un pacto con el rebelde.

- ¿Tú también quieres que vayan a tu competencia? - dijo el espadachin

- Sí. Mañana por la tarde es mi juego... Y, no me llevó bien con todos los miembros del equipo, aunque soy la estrella en home run... Sin embargo, no me apoyan sus "amigas..." Así que, chicas, quiero que me apoyen exclusivamente a mí... - dijo algo sonrojado el de moicana

Emocionadas las animadoras se miraban entre sí. El vampiro voló de regreso a su cómodo lugar de descanso.

- ¡Por supuesto! Manda la dirección y la hora... - dijo la pelinegra

- No es necesario. Es en el campo de nuestra escuela a las 6... - dijo el bateador

- Sí por supuesto. ¡Abra que entrenar muy duro hoy para mañana estar listas! - exclamó la peliverde

- Yo aún... - dijo nerviosa la de ojos grises

La capitana le tomó de los hombros.

- No te preocupes. Hoy vamos a darlo todo... solo para aprender una rutina y es la que vamos a presentar mañana... Tranquila... - dijo la pelinegra con un guiño

El vampiro en mi pecho Donde viven las historias. Descúbrelo ahora