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¿Qué había hecho?

No lo sabía, pero... no le importaba ahora mismo, los besos que estaban siendo dejados sobre sus hombros desnudos y un Taehyung limpiando su interior mientras él solo trataba de recuperar el aliento...

Era todo lo que quería en este momento.

Un suspiro suave escapando de sus labios cuando el papel rozó otra vez su zona aún sensible. Sintiendo el aire demasiado frío cuando Taehyung se separó de su cuerpo, levantándose a tirar lo ensuciado.

Y solo pudo escuchar como se movía por toda la habitación, con claridad escuchando que abría la nevera y buscaban alguna cosa en el baño cuando vio su reflejo atreves de la ventana.

Cerró los ojos exhausto, el cuerpo entumecido. Temblando poquito cuando un cuerpo se acostó a su lado y rodeó con delicadeza su cintura para girarlo.

—Hey... toma esto.— la suave voz de Taehyung lo hizo abrir los ojos. Girándose totalmente para ver al mayor con un vaso de agua en su mano y en la otra una pastilla de color blanco.—es para el dolor corporal.

Jungkook lo tomo sin pensarlo, abriendo la boca en respuesta para que dejara la pastilla ahí y le diera el vaso de agua, haciendo lo dicho.

—ahora, descansa. —dejando el vaso en el suelo, lo atrajo a su cuerpo, rodeándolo con sus brazos y recostando su cabeza sobre su mismo pecho. Taehyung acarició su cabello y espalda, dispuesto a descansar también. Ya satisfecho.

Pero fue imposible no permanecer un poco más despierto para mirar a Jungkook dormir plácidamente a su lado. El chico había caído rendido desde que sus cuerpos se unieron, su respiración suave al compás de los tranquilos latidos de Taehyung.

El mismo encontrándose demasiado raro la paz que sentía al estar con el menor. Sus dedos largos entre las hebras de color castaño del mismo chico, deleitándose con esa espalda desnuda sobre su cuerpo, las ligeras curvas a su merced y esos dos hoyuelos lindos en esa espalda baja que decoraban esa tersa piel de porcelana. Sábanas blancas solo sobre sus glúteos y su piernas sobresaliendo desnudas.

Oh.

Taehyung lo admiró, demasiado bonito para él.

—tan precioso...—las palabras saliendo demasiadas delicadas para su gusto, dibujando pequeñas estrellas sobre la espalda donde reposaba su izquierda. El olor a sexo encriptado en el aire junto con la fragancia natural del sudor del chico.

Llevando los dedos de su cabello, hacia su rostro. Presionando con solo un poquito de fuerza el lunar que reposaba debajo de su labio inferior.
Relamiéndose los suyos propios cuando la necesita de besarlo lo inundaron. Su más grande deseo de volver a tenerlo así, una y otra, y otra, y otra vez.

Solo admirándolo así.

Acomodándose para cuando lo atrajo un poco más arriba, escondiéndole el rostro sobre su cuello para reposar su barbilla en su cabeza y dormir plácidamente con él en sus brazos.

—descansa, bonito.








Me duele el culo.

Fue lo primero que Jungkook pensó al despertar solo en su cama. Mirando su lado vacío, la que quedaba justo al lado del ventanal enorme con vista a la ciudad. Jungkook quería replicarle, ¿sera Que lo había utilizado? ¿Y que mierda hacía pensando en eso?

El fue él que falló. ¡Jungkook ni siquiera sabía que era gay! Y Dios... ¡tenía una prometida!

Nunca imaginó que engañaría de esta forma... con su suegro y menos a Rose, de esa manera tan estupida.

Y trato de levantarse, el dolor en su espalda baja siendo demasiado intenso que lo devolvió a caer en la cama otra vez. Suspiró, tomando un poco de fuerza y apoyándose en la cama para poder levantase. Lográndolo al segundo intento, más deteniéndose cuando trató de caminar al baño y ver una nota en la pequeña nevera de al lado del televisor.

"Buenos días dulzura. Tuve que irme, pero te dejé algunas pastillas para el dolor."

Se sonrojó, nunca esperando aquello cuando divisó las pastillas en una bolsita arriba de la mesita del televisor.

Cualquier pensamiento de Rose desapareciendo al instante.

"Espero que hayas despertado bien."
ATT: KTH

Su corazón se aceleró al leer las iniciales,
Mierda. Sabía que era débil, pero nunca pensó que sería tan débil por un hombre. Su cuerpo dolía era cierto, más su caderas quemaban y su espalda baja le daba pequeños malestares indicándole lo sensible que estaba.

Colocando rápidamente una de las pastillas en su lengua, tragándola en seco.

Suspiró tratando de ignorar el hecho de que ayer había pasado todo el día acorrucado con Taehyung después de tener sexo y lo cómodo que se había sentido con ello.

Hoy debía ir con él a alguna reunión, pero Jungkook realmente no estaba preparado para verle la cara a ese hombre. Es cierto, lo disfrutó y le gusta como el señor Kim lo hace sentir. El placer que siente ni le hace pensar en Rose, estaba más concentrado en ducharse y ponerse representable solo para él.

Con una ligera camisa blanca resaltaba su cintura, la tela de algodón lo hacía sentir cómodo. Adentro de unos pantalones de vestir color negros un poco acampanados, hasta dejó su cabello caer sobre su frente y agregar bálsamo labial sobre sus labios.

Jungkook había caído.

Pero no importaba, no importaba si estaba ahora mismo sentado al lado del hombre que lo había hecho gritar hasta quedarse sin voz anoche. No importaba porqué le había mirado de arriba abajo al entrar al coche. Y esos ojos que alguna vez lo hicieron sentir nervioso, ahora lo hacían sentir deseoso.

Por otro lado Taehyung lo miraba encantado, él chico siempre relucía sin esfuerzo. Y esos ojos tan bonitos que brillaban como si tuviera cien estrellas en ellas. Esa sonrisa dulce que hacía arrugar su naricita era la culpable de su corazón latente.

Bonito, bonito.

—buenos días, señor Kim.

Taehyung quería besarlo.

—Buenos días, Jungkook.— pero simplemente le sonrió de lado, ladeando la cabeza al preguntar— ¿Listo?

—listo.


























Perdón si ando durando mucho, este mes no ha sido bueno.
Besos💗

ᴍɪ ꜱᴜᴇɢʀᴏ-ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ+18 [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora