Capítulo 9

15 0 0
                                    

Canción: I Knew you were trouble - Taylor Swift

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Canción: I Knew you were trouble - Taylor Swift

Pasó una semana desde la cena con Sky y mi teoría sobre que no volvería a verlo, fue cierta. Bueno, casi cierta. Nos encontramos en la playa algunas veces pero no hubo muchas más interacciones entre nosotros.

Ese sentimiento se había ido. No me gustaba Sky.


Un día, me levanté mucho más temprano de lo habitual para salir a correr con Sam, y aprovechar para disfrutar del amanecer.

Casi nunca hacía ejercicio, por lo que la corrida me había dejado exhausta. Paramos en la playa y nos sentamos en la arena para seguir viendo lo que quedaba del amanecer los dos juntos.

—Estoy deshidratado, iré por agua al puesto de los jugos ¿quieres algo? —preguntó mi amigo mientras se levantaba e iba alejando de mí.

—Sí, por favor, moriré si no tomo agua ahora —reí.

Sam se alejó y me quedé contemplando los colores anaranjados que se proyectaban en el cielo de la mañana.

Sentí a alguien sentarse a mi lado. Supuse que era Sam, y al voltear la cabeza me di cuenta que era Sky quien estaba sentado ahí, me sorprendí y me lleve una mano al pecho.

—H-Hola.. —dije casi sin aire, en parte porque seguía tratando de recuperarme, y en parte por el susto de haberme encontrado a Sky ahí después de tanto tiempo sin verlo.

—Lamento haberte asustado Isy —habló sonriente.

—Ehh, no, no me asustaste...

Sky se rió.

—Creí que era el único original que salía a correr a las cinco de la mañana. Pero me han robado la idea —bromeó.

—¡Ey! En mi defensa, vivo aquí y siempre vine a la playa temprano para sentir ese aire fresco de mañana que sólo puedes experimentar cuando no hay nadie, así que creo que la original soy yo.

Ambos nos reímos. Volvía a sentir eso que solo Sky me hacía sentir. Hacía días que no hablábamos, pero solo con verlo por unos segundos, ya me sentía cómoda como para bromear o contarle cosas.

—Quería saber si... —comenzó a decir. Me dio la impresión de que se veía algo intimidado. Pero... ¿Sky? ¿Intimidado? No, eso no era posible...

—¿Si?

—Si querías hacer algo esta noche...

Me quedé sorprendida ante su propuesta porque hacía una semana que apenas nos cruzábamos. Pero no pensé en negarme, aún así, dejé que siguiera hablando.

—Nada formal, digo, pensé en que podríamos venir a la playa de noche para ver las estrellas y...

Esa era mi idea del plan perfecto, fuera una cita o no. No podía decir que no a ver las estrellas en la playa.

El verano perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora