El despertar.
❦︎P ara alguien con el espíritu luchador era casi una agonía tener que vivir bajo las sombras de otras criaturas. Por ende, siempre buscaban más peleas con las cuales recompensar las pérdidas.
Hattie se miró en el espejo del tocador, ya estaba lista para ir nuevamente a la escuela. Vió en el cuello del uniforme que ya tenía puesto, unas gotas carmesí que eran producto del ataque que había sufrido por culpa de Reiji una noche antes.
Sin embargo, no le importo. Bajo a cenar antes de irse, todos estaban ahí con las típicas bromas que Hattie detesto mientras ella seguía callada.
— Hattie — Llamó Reiji, la menor no lo miró ni siquiera respondió. Sólo dejó de mover el cubierto de plata esperando que hable — Tu uniforme esta sucio.
— Nadie lo notará — Respondió de manera hostil.
— Lo he notado — Hattie lo ignoró llevándose una batata a la boca — Hattie ve a cambiar...
El vampiro hizo silencio ante el abrupto movimiento de la menor al tirar la servilleta con enfado en la mesa, y ponerse de pié inmediatamente intentando tirar también la silla en la que estaba.
Salió del comedor hacia la habitación con total molestia. Parecía tenerlo a Shin nuevamente torturando su mente, sentía que era pólvora que en cualquier momento iba a ocurrir una desgracia, y para mal, Hattie no tenia ninguna ventaja.
Camino hacia la limusina en silencio, y de igual manera se dirigió al salón. Trato de localizar a los Mukami en el camino, sin ningún éxito, algo que la llevo a sentirse frustrada.
Sin embargo, luego de que las primeras clases ya habían terminado volvió a intentar una vez más en receso. Los busco por todas partes, hasta encontrar a Ruki en medio de la azotea junto con Yuma.
— ¡Ruki! — Corrió hasta él con una sonrisa — Te estaba buscando.
— ¿Que ocurre Hattie? ¿Encontraste a Yui? — La adolescente frunció el ceño, y nego rápidamente.
— ¡Tengo un plan para volver con ustedes! — Comentó ansiosa.
— ¿De que estas hablando? — Interrogó Yuma mirándola con confusión.
— Ya se como volver a vivir con ustedes, y no estar con los Sakamaki — Repitió con emoción a lo que ambos vampiros simplemente rieron.
— No podemos tener problemas con ellos ahora — Aclaró Ruki.
— Si, pero...
— Yui no está en la escuela, tal vez salio — Kou apareció en medio de ellos acatando toda la atención.
— Vamos a buscarla — Ordenó Ruki.
— Pero, chicos... — Evidentemente ellos ni siquiera miraron en su dirección, simplemente desaparecieron.
H attie terminó de cambiarse para volver a dormir, sentía que las esperanzas se habían acabado completamente. Ya no tenía retorno a nada, tal vez hubiera sido mejor estar con los fundadores y Daiki, siendo por lo menos feliz en ciertos momentos.
Ya había hecho todo para salir de aquel agujero pero las manos fuertes de esas criaturas las volvían a él. Tampoco creía que Karlheinz iría por ella como tal vez pensó, ninguno la quería para luchar con ella.
Las lágrimas se acumularon en los ojos, tapó su rostro con la manta que había. Trato de no hacer ruido con su sufrimiento, esos malditos vampiros escuchaban todo a donde fuera.
Sin embargo, el sonido que retumbó en la mansión no fue de una persona deprimida sino de una melodía tan delicada, una que logró calmar a la adolescente y por lo tanto se levantó a buscar de donde provenía.
— Algo bueno que hacen — Comentó Hattie caminando hacia el lado de Raito que estaba sentado en banco del piano.
— Ah, bitch-chan — El adolescente alejó las manos de las teclas y le sonrío — ¿Te gusto?
— Si, por supuesto — Susurró.
— Ven aquí — Laito golpeó el espacio al lado de él, con cierta desconfianza Hattie obedeció. Sin embargo, el adolescente hizo una maniobra para que la menor se sentará en sus piernas — Así estarás aun más cómoda — Le susurro al oído.
Hattie sólo trago en seco, mientras Laito volvía a tocar la melodía. A mitad de esta el vampiro acercó sus labios al hombro de la menor, quien sintió escalofríos.
— No te muevas bitch-chan — Le susurró.
Hattie esta vez no peleo, se resigno a ser consumida por ellos. Ya no importaba, que más daba seguir luchando. No estaba cerca de ser lo suficientemente buena para ser tratada como alguien con valor, ni lo suficientemente mala como para por fin acabar con su existencia.
Un quejido involuntario salió de los labios de la menor, esta apretó sus manos al lado de sus piernas. Sabía que debía permanecer quieta si no quería que los colmillos del vampiro desgarre la piel.
Se sobresalto al impacto de un jarrón en el suelo, tanto ella como Laito miraron hacia el frente donde estaba Shu apoyando en un pilar.
— Lo siento — Dijo indiferente provocando una sonrisa en Laito.
— No te preocupes Shu — Se burló el hermano — Hattie y yo ya nos íbamos.
— Te habla Reiji — Mintió el mayor.
— Que fastidio — Se quejo el pelirrojo para salir por la puerta y dejar a ambos ahí.
Hattie permaneció sentada, sin mirar a nadie. Por un momento espero el momento en que sus fuerzas se unan para poder levantarse y alejarse de la habitación.
— Si no quieres que te muerdan, no te acerques a ellos — Casi regaño.
— ¿Y a ti que te importa? — Contraataco levantándose rápidamente para salir de la habitación.
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Pɪɴɢ Pᴏɴɢ 𖦹 Shu Sakamaki
عشوائي"Te hemos salvado, Hattie" Cᴏᴍᴏ ᴜɴᴀ ᴘᴇʟᴏᴛᴀ ᴅᴇ Pɪɴɢ Pᴏɴɢ, Hᴀᴛɪɪᴇ sᴏʟᴏ ᴇʀᴀ ᴇᴍᴘᴜᴊᴀᴅᴀ ʜᴀᴄɪᴀ ᴏᴛʀᴏ ʟᴀᴅᴏ.