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- ¿Algo más, marica? - dijo burlon un chico de cabello negro. - Joder, contesta. - se estaba molestando un poco. Fue y agarro del cuello de la camiseta a chico al que agredía.

- Suelta. - murmuró.

- ¿O qué? - dijo sonriendo.

- ¡Qué me sueltes hijo de puta!

- ¿¡Pero quien te crees para hablarme asi, eh!?

- Ya, para Noa, dejalo o te volveran a suspender. - el tal Noa soltó de la camiseta del otro chico, empujandolo en el proceso.

- Mierda. - se dijo a si mismo al estar solo en el baño.

Ya hace unos minutos habia habia tocado el timbre de salida.

Salió de allí dirigindose a su casa. Lo único que queria era llegar y dormir, darse una siesta de muchas horas, más de cinco, hasta el día siguiente seria algo agradable.

Al llegar vio un auto negro aparcado afuera de su casa. No sabía de quien era, quiza una visita o un familiar, le guataba ver a sus tios y se encontraba emocionado al pensar que alguno pudo haber venido.

- Ya llegué madre. - dijo al abrir la puerta.

Al llegar al pasillo se encontró con su madre y un chico sentado en los sofas.

- Hola, Bill. Ven siéntate, debes saber algo. - dijo su madre, invitandolo a sentarse con ellos.

- Claro... - se fue a sentar en los sofas.

- Bill, él es Tom. Y se va a quedar con nosotros por un tiempo.

- ¿Qué? - dijo Bill sorprendido.

- Él estará aquí. Tiene que entrar en la universidad y su madre queria que estudié en aqui, en la capital y yo me ofrecí a ayudarle.

- Es cierto, espero llevarme bien con ustedes y poder estar bien.

Bill se sentia frustrado como era posible que su madre no le habia dicho nada y ahora un extraño se decia que viviria alli, con ellos.

- Claro, asi sera, además quiza puedan ser amigos, ¿cuantos años tienes Tom? - le hablaba la madre de Bill a Tom.

- Tengo 19, cumpli este año, cumplo en junio.

- Oh, Bill tiene 16, los acaba de cumplir el uno de septiembre.

- Tres años de diferencia.

- Mamá voy a mi habitación. - Bill se fue directo a su cama, su madre y Tom continuaron hablando.

Se tiró en la cama y se hecho una siesta. Y como huviera querido se despertó al día siguiente.

Se levantó y se alistó para volver al colegio, no le gustaba, pero que opcion tenía.

Alistó su mochila y se pintó los ojos y sonrió al ver su reflejo, sus compañeros se burlaban de él, pero poco le importaba. Si él era feliz nada más que eso le importaba. Nada más que eso, nada le importaban los demás, a excepcion de unas cuantas pocas personas logrando estar en algún rincon de su corazon, pero aunque sea lograron entrar alli.

Fue caminando como de costumbre al salir de su casa, una casa de color blanca, con un pequeño jardín delante, que solo tenia un césped color verde claro.

Al llegar se fue directo a su aula, sacó sus cuadernos mientras hacia la tarea que le habian asignado hace unos dias, pero primero la que le dieron el dia anterior, pero era tan flojo que no hacia nada estando en casa. Dormia la mayoria de tiempo. Además que podia hacer además de ver la televisión mientras comia y tambien jugaba con su playstation 4 que su madre le habia regalado cuando cumplió los 15.

ATTENTION  |  TOLL (Pausado 😃)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora