De ser un día soleado paso a una noche de tormenta eléctrica. Tom tenía su concentración en unos antiguos documentos, la puerta se abría revelando a sus mortífagos que le brindaban saludos a su líder.
Tomó de su copa, escucho un gran quejido en un armario en la habitación. Con un hechizo hechizo la puerta para evitar los sonidos de sus víctima, una asquerosa muggle.
Lilian entró parandose frente a él. Afuera los mortífagos comenzaban a posicionarse, apretó sus manos al ver cómo el matrimonio Rellish esperaban a su hija.
Severus se encontraba cerca del juez que los casaría. Se le notaba un poco ebrio, Tom frustrado y disimulando su molestia vio a su compañera.
-¿No debería estar en su puesto?- Lilian le robó un beso que lo dejó levemente aturdido, la empujó.
-Crei que eras el mago más poderoso después de Albus Dumbledore, esta claro que me equivoque-
-¿De que habla?- levantó su varita listo para lanzar el hechizo cruciatus.
-Si la deseas tomala de los brazos del mestizo-
Volteo los ojos por la actitud de Lilian. La tomó con brusquedad de las mejillas, presionandola con fuerza.
-Rellish se casará con el mestizo- sintió como la pelirroja le clavaba las uñas en su piel -¿Que has hecho tu para separarlos?- sonó burlón, la soltó y camino hasta un documento del Ministerio. -A diferencia de ti yo si he investigado, he llegado a la conclusión de que se casen pero ella vendrá a mi- solo un poco más.
La pelirroja sabía que estaba loco, fuera de si se le acercó abrazandolo con ternura.-No te pierdas el espectáculo- Tom la vio salir sin darle la espalda y una sonrisa fría.
La pelirroja camino hasta el pelinegro que la miro sin emoción alguna. Ella inhalo el olor de la bebida en él, sabía que los Rellish miraban atento su andar, desprevenidamente le dio un beso en la mejilla al hombre que deseaba.
-Ella sabe que nonla amas, no te sorprendas por el límite que llega una mujer enamorada- le dijo acercando sus labios a la oreja del pelinegro.
Tom captó esto tragandose una sonrisa.
En la mansión Rellish, la elfa corría en búsqueda de los accesorios de su amita. La peliblanca se encontraba en el baño, con la ropa interior y el cabello cubierto por la tela de la toalla.
Ya no perdería más tiempo, salió dejando que el vapor saliera. Le sonrió a su leal compañera. Primero fue el vestido, nada ostentoso y de un color blanco común para una novia, Asmodeus no decoraba su cuellos esta vez, prefería quedarse en la mansión.
Los guantes ayudaron a disfrazar su nerviosismo, el maquillaje fue producto de su varita. Tomó de su bebida relajante, con un sonrisa le indicó a la elfa que continuará con el último detalle, su cabello blanco.
La elfa comenzaba a soltar la toalla cuando entraron Narcisa y Bellatrix que asustaron a Eris al soltar un gran jaleo de confusión y sorpresa. Nisa fue la última en reaccionar al ver lo que se presentaba ante ella.
Eris de su susto las miro, la rubia tapaba su boca y la pelinegra no apartaba la mirada. Con ansiedad tuvo miedo de voltear a verse en el espejo, sin remedio se tiró lentamente.
Horrorizada de ver su reflejo, se sentó abruptamente fuera de si. Su mente se desvaneció de su cuerpo, su mirada gris no se apartaba de aquel desastre.Era imposible que a unas dos horas de su boda viera aquello que la atormentada desde su adolescencia.
Lucius acaba a su hijo, Severus por mientras lo miraba, como este hombre orgullos parecía un idiota al sostener con delicadeza y a hacer ruidos extraños para mantener al pequeño dormido.
Aquella mirada ónix se detenia en la puerta, no había indicios de Eris. La tormenta comenzaba a crecer más y más. Sintió la mirada de el señor oscuro atenta a sus pasos.
Ansioso se acercó hasta los padres de Rellish.
-¿Ella vendrá?- la dama lo miro con molestia y preocupación. Sabía que los invitados comenzarían a inquiatrse y hacer preguntas.
Tropezó producto de la bebida, se recompuso disimuladamente. Lilian le sonreía pineindolo nervioso, su herida un recordatorio de lo peligrosa que era la pelirroja con su lengua. Intento salir y respirar.
Unos tacones lo alarmaron a él y a los demás. Su corazón se aceleró al ver a las amigas de Eris entrar. Estas buscaban desesperadamente a el matrimonio Rellish que se acercaron. Hablaban en susurros, Tom estaba por interrumpir cuando un brazo lo detuvo, la música comenzo a sonar. Lilian lo condujo a su asiento en primera fila.
Cada quien en su posición, el patriarca de los Rellish salió en búsqueda de su hija. Algo que no pasó desapercibido Snape fue la palidez e incomodidad de las hermanas Black.
La puerta se abrió, revelando a la novia cubierta con el velo. Agradeció tenerle para evitar ver a los invitados, sus piernas dominaban en automático, su agarre se volvió más fuerte en el brazo de su padre por temor a huir.
Tom la miro con atención, al estar a un paso de Snape, su padre la soltó. Eris no pudo retener la voz en su mente que le decía como su padre se la entregaba asi sin nada más a un mestizo.
Para su incomodidad Snape le brindó su mano. Lo tomó sin ningún opción, poso su otra mano en su cintura, ambos temblaban del temor de lo que les e pararía de ahora en adelante. Cada palabra del juez no les importó.
Eris se sobresalto al escuchar la palabra "Besar".
Esta no era su idea de matrimonio, busco a Meridia sonriendole. Para su desgracia estaba sola, mordió sus labios al ver los dedos de Snape remover el velo, ella no quería que fuera así. Una lágrima resbaló de su mejilla.
El pelinegro tenso estaba dispuesta a besarla, no era la primera vez por lo que le dio igual, no supo porque pero no cerro sus ojos al acercarse. Quería ver cada detalle del rostro de la peliblanca.
Si esto era un broma a él no le daba gracia. En su interior comenzo una corriente de ira. Eris lo miraba con intensidad que el intuyo que lo hacía para hacerlo perder la cabeza.
El velo se resbaló revelando un lindo peinado, las personas se sorprendieron por lo que presenciaron.
Tom miro a Liana que sonreía con orgullo.
Su cabello no era blanco como la nieve, sino que rojo como las llamas. Lucius junto las cejas sin comprender, sabía que esto no era bueno para su amigo.
Severus seguido petrificado, para ella él era un chiste. De eso trataría su matrimonio. Recuperó su paciencia por un corto tiempo, si hubiera puesto atención hubiera notado en Rellish la incomodidad y tristeza.
En un acto irracional la tomó bruscamente del cuello, acercó sus labios en un beso furioso. Eris trato de alejarse sin éxito, se escucharon aplausos y felicitaciones. Snape continuo el beso hasta morder sus labios en su desesperación por aliviar el dolor en su pecho. Al soltarla noto que le había robado el oxígeno.
La fiesta continuo, todos los menos involucrados con los ahora esposo no notaron la tensión. Eris quería retirarse de las miradas indiscretas por su apariencia, trato cambiar su color sin resultado alguno, quería llorar porque justo ese color era de ella.
Camino buscando la salida, sintió el agarre en su brazo. Con la cabeza en alto vio a su esposo verla con furia acumulada.
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¡Algo mas sencillo que la vida!
RandomLo que mas la lastimo no fue el rechazo, las traiciones, ni siquiera el dolor. Fueron sus propias acciones, juro nunca ser un monstruo pero hasta el ser vivo mas vulnerable sabe cuando debe mostrar su garras para sobrevivir.