Episodio 6

16 1 0
                                    

—Mmm!

Sniff, Sniff. "Algo huele delicioso" Abre rápidamente lo ojos. Levantándose nota que está en una especie de cama cómoda rodeado de madera como un pequeño cuarto asombrado, le llega el olor y ve una husmeaste sopa a un lado suyo.

—¿Que será eso? ¡Sopa! ¿Acaso...? tendrá veneno?

Grrrr! Le gruñe el estómago. —S-solo por esta vez comeré algo que no sé de dónde viene.

Al probar un gran bocado, el gusto sabor fue reflejado entre sus ojos comiendo más de la sopa caliente que había esperando a su despertar. Tras escuchar el sonido de la puerta abrirse vio que entro un hombre de cabello gris plata y ojos de candela roja.

—¿Despertaste, como esta tu cuerpo?

—Ah! Gracias por haberme salvado antes, ¿Como le hago para recompensarlo?

—Primero que nada, hay que darte un baño.

—Disculpe?

—¡Te metí en mi cama sin antes bañarte ya que estaba inconsciente, ahora ven te daré un baño!

Lo agarra por la cintura subiéndole al hombro sorprendiendo al joven de cabello negro, llevándolo a cuesta lo deja en otro cuarto donde estaba el baño y una bañera husmeaste. Con una mirada de desconfianza hacia el lugar concurrido, el señor de cabello plata toca el agua con sus manos y dice:

—¡Tiene buena temperatura! ¡Dime, ¿Te quieres meter tu solo o quieres que te ayude?

—¡Yo-Yo lo hare solo!

—Está bien avísame cuando esté listo. -Sale del baño.

"¡Que tipo tan extraño!" [Tras un rato.] —¡G-gracias por haberme prestado el baño! Y antes, me disculpo por no presentarme, mi nombre es Lean Prezia.

—Un gusto, soy Davian Karans. ¡Disculpa mi rudeza, ya que tengo el cuerpo como un mercenario! Trabajo Adelardo la tierra todas las mañanas y me voy a vender mis frutas.

—Vendes frutas? ¿De qué tipo? -Pregunta emocionado.

—Por lo general todas son manzanas, ya que he intentado cultivar otras, pero al parecer no se dar.

—¿En serio? ¡digo, ejem! Eso es bueno. Si pudiera... preguntar...

—¿Huh? ¿Qué pasa?

—Por aquí, permite quedarme con usted por un tiempo. -Pregunta el príncipe.

—¡¡¡¿Queee?!!! ¡Pero si no acabamos de conocer! -Dice Davian en forma de sorpresa.

—Lo se! Y de algún modo quiero pagarle por haberme ofrecido en ayudarme a pesar de no saber nada de mi ni yo de usted.

—Bueno... en eso tienes razón pero....

—Por favor! Hare todo lo posible para no ser una molestia. ¡Es más, si quiere lo ayudare en su cultivo de manzana!

—Bueno.... me vendría bien un poco ayuda-

—¡En serio! [Lo tomas de las manos.] —¡Lo ayudare en todo, jamás se va a repentir!

—M-muy bien chico, pero primero... ¡Me soltarías las manos!

Ambos se sonrojan y se apartan apartando la mirada.

—¡Lo siento! -Se disculpa Lean.

—¡N-no hay problema!

Al comenzar mi segundo día, tener a otra persona en mi casa se ha convertido en algo bribante y emocionante como parte del trato en quedarse deje que Lean se encargara de aladear la tierra ya que note que sus músculos estaba en una buena forma para ser un simple adolescente, mientras que aprovecha en destacarme en la cocina.

La manzana envenenadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora