ℭon la mirada cansada escondida detrás de unas gafas oscuras, observo a las personas que se movían por el aeropuerto de Oakland. Trató de guardar el insulto que quería soltar, mordiéndose la lengua, pero de igual forma gruñó cuando un idiota le chocó el hombro con fuerza.
− ¿Por qué mierda van tan apurados?−Preguntó a la nada y a nadie en particular.
Sus botas hacían ruido con cada paso que daba y su vestimenta completamente negra, resaltaba en contraste con su cabello y el color de su piel. Respiró hondo cuando cruzó las puertas hacia la calle y fijó su mirada en el imbécil que se encontraba mal estacionado, llamando la atención de las personas que salían del aeropuerto mientras agitaba su brazo. Su hermano, menor qué por dos años, sonreía como si hubiera visto a su artista favorito o hubiera encontrado por fin, el arma perfecta para asesinar.
Lanz tenía puesto el chaleco del club con sus brazos desnudos al aire, mostrando los tatuajes que resaltaban en su nívea piel; llevaba pantalones negros y botas que a simple vista se veían pesadas, como si fueran capaces de pisar la cabeza de alguien.
− ¡Pero si es el Prez!−Gritó y sintió como cientos de ojos se posaban en su persona−. ¡Jax!−Volvió a gritar y las ganas de golpearlo se acumularon con fuerza, en ocasiones este imbécil podía ser igual de molesto como Ilhan y Hunter juntos.
Subió de copiloto sin dirigirle la palabra, no tenía ganas de hablar y mucho menos de dar explicaciones, su cabeza había comenzado a doler y algo estaba molestándole con fuerza cuando pensaba en las opiniones con las que tendría que lidiar luego del viaje que había realizado.
Con 27 años parecía tener el mundo en sus manos. Era el Prez de los Satan's Helpers, tenía dinero y a las mujeres que quería, pero no... No a ella. Nunca la había tenido a ella y no podía entender ¿Por qué no? ¿Por qué esa pregunta seguía asaltando a su cabeza casi todas las noches cuando estaba en silencio? Pero siempre había tenido algo más importante para pensar, ¿por qué no podía responderla?
Se hundió en el asiento mirando por la ventana a través de las gafas, lo hacía sentir débil pensar en todo eso porque no tenía control de nada, se escapaba de sus manos y odiaba tanto sentirse de esa forma, que ella lo hiciera sentir así lograba mover miles de cosas que Jax había dejado atrás hace mucho tiempo.
− ¿Piensas hablarme?−Preguntó Lanz, no estaba molesto podía notarlo en el tono de su voz. Lo miró unos segundos antes de que sus labios formaran la sonrisa más irónica que el otro iba a ver en su vida.
Jax le daba escalofríos y podía lograr que se le helara la sangre. Lanz no se asustaba fácilmente, pero ver como su hermano mayor se ponía en ocasiones lo lograba y no había mucho que hiciera que se calmara, en ocasiones era aguantar su malhumor por horas o hasta días hasta que se le pasara. Era una bestia, eso lo sabían las personas que lo conocían y los rumores corrían rápido por Oakland. Las personas lo conocían y también conocían lo que se rumoreaba de él, no era una mentira que muchos le temían por lo que podía llegar a hacer.
− ¿Se pudo arreglar algo de lo que sucedió?−El suspiro que soltó le indicó que no quería tocar ese tema, pero Lanz no era una persona que podía conformarse con solo una mirada.
−Lo hablaremos mañana−Murmuró−. Pediré una reunión en la capilla de urgencia−Lanz silbó porque no era normal que el Prez pidiera una reunión de urgencia, algo grande había sucedido en los países a los que había visitado.
− ¿A casa o al bar?−Lo miró unos segundos esperando su respuesta, pero esta no llegó en ningún momento.
−Adonde quieras−Soltó. Había pasado un buen rato en silencio como si algo estuviera molestándole, como si su cabeza no pudiera dejar de pensar en algo en concreto. Lanz lo conocía, no era imbécil, pero ellos nunca hablaban de esas cosas porque no eran hermanos realmente normales. Ellos no se abrazaban, no se saludaban, no se decían te quiero y mucho menos se saludaban para sus cumpleaños. Sabían pelear entre ellos, discutir e irse a los golpes, pero si algo sabían los cinco es que, si tenían que dar la vida por uno, la darían sin importar absolutamente nada.
ESTÁS LEYENDO
𝐉𝐀𝐗'𝐒 [𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐓𝐈𝐎𝐍] (𝐓𝐓𝐁 𝐒𝐀𝐆𝐀) ©
RomanceDicen que el primer amor es el más difícil de olvidar y eso él, lo sabe a la perfección. Jax Teller es el presidente del MC "Satan's Helpers", tiene poder, dinero y todo lo que quiere, pero no a la chica de sus sueños. Pamdora Turner es camarera en...